El especialista en derecho deportivo Juan de Dios Crespo, en el Foro Internacional del Deporte que se celebró en Valencia hace dos años y haciendo referencia al “ambush marketing”, señaló que «la ley es la ley, pero se puede rodear sin caer en la ilegalidad si se tiene mucha imaginación». Imaginación y creatividad son los ingredientes clave de esta técnica, traducida literalmente como «marketing de emboscada». Las empresas de consultoría estudian cuál es la mejor forma de incorporarla a la estrategia de marketing online de sus clientes. Se define el “ambush marketing” como la práctica de aprovechar algún momento puntual de un evento o campaña de una marca reconocida para “parasitarla”, asociándola a una campaña propia sin pagar por ella. Y es que, como en muchas ocasiones, una imagen vale más que mil palabras: durante el estreno de la película «El reino prohibido», a un póster donde aparece Jakie Chan se le añade una taza de café de la marca «Second Cup», una cafetería situada enfrente de los cines donde se proyectaba.
El «marketing de emboscada», ¿legal o ilegal?
Ya sea una campaña de un conocido desodorante, que sitúa a un hombre frente a la salida de una maratón de mujeres, parasitación de vallas publicitarias o acciones en eventos deportivos, lo cierto es que cualquier consultoría de marketing online reconoce su poder de viralización. Esto significa que la ejecución y posterior publicación de este tipo de campañas en redes sociales tendrá garantizado un alcance muy alto y cautivador.
Aunque en principio está amparado por la legalidad, las empresas deben preguntarse si es un comportamiento ético y si encaja con su filosofía. Las palabras “emboscada”, “parasitar” y “piratear” sugieren que podría no serlo aunque, por otro lado, la alta capacidad de conexión y viralización entre consumidores dispararía los números de cualquier auditoría llevada a cabo sobre el alcance de la promoción. Toda una tentación.