Desde Gesprodat queremos informarte sobre una clave de ciberseguridad incuestionable: la rapidez de respuesta. Cada vez más, los ataques aumentan y se vuelven más sofisticados e imprevisibles.
El tiempo es oro. Desde que rompen las barreras de protección y acceden a tu sistema, los ciberdelincuentes trabajan a destajo para asegurarse el máximo beneficio. Dado que te están ocasionando todo el daño del que son capaces, cuanto menos margen de acción les otorgues, mejor para ti.
Detección y contención urgente: la clave de la ciberseguridad
Ante cualquier amenaza exterior, la especie humana reacciona de tres modos: ataca, huye o se bloquea. Esta última opción es, precisamente, la que siempre aumenta el desastre causado por la ejecución de amenazas de seguridad.
Las brechas abiertas en tus sistemas han de quedar cerradas cuanto antes. Cualquier segundo perdido multiplica exponencialmente el riesgo. Estos incidentes que ponen en entredicho la seguridad de tu información, llegan a ser catastróficos y suponen un riesgo de desaparición para tu compañía.
Los ciberdelincuentes atacan tanto a particulares como a empresas, instituciones y gobiernos. Cuando estas amenazas de seguridad se llevan a cabo, ocasionan daños financieros, robos de datos y perjuicios reputacionales. Tu inmediatez al reaccionar condiciona su intensidad e incidencia. En todo caso, actuar demasiado tarde impide recuperarse con solvencia.
Evidentemente, la capacidad de respuesta ante estas amenazas de seguridad no se improvisa. Siempre es consecuencia de un trabajo previo de prevención, cualificación y protección perfectamente concebido.
Los hackers han aprendido a detectar y explotar vulnerabilidades con gran rapidez, eficacia y poder de destrucción. Así, tienes que estar preparado —y preparar a tu equipo— para combatir estos ataques. Da igual si se trata de un hackeo de teclado, una acción de phishing o un ataque de ransomware: debes agilizar tu respuesta.
¿Cómo reaccionar con rapidez ante un ciberataque?
El fallo humano y las vulnerabilidades son el alimento principal de estos delincuentes. Por ello, es vital actuar antes del ataque. En ese sentido, la formación, la supervisión y la prevención son esenciales, ya que la ignorancia y la inacción de las víctimas son los mejores aliados de los ciberdelincuentes.
Para aumentar la preparación y la eficacia reactiva, tienes que practicar simulaciones de incidentes. De este modo, tu equipo de seguridad estará más familiarizado y sabrá reaccionar a tiempo cuando se producen.
Plan de Respuesta a Incidentes
Prepara, comparte y valida un protocolo de actuación para prevenir estos ciberincidentes tan peligrosos. Dado que reducir el tiempo de reacción es la clave de ciberseguridad al ser atacados, todos debéis estar preparados.
La anticipación es esencial y, en este sentido, tener parte del trabajo hecho y perfectamente planificado es fundamental. En especial, para combatir el ransomware.
Existen ocho labores esenciales para garantizar la seguridad de la información y de tus intereses tras un ataque. Deben constar muy bien detallados en tu Plan de Respuesta a Incidentes, aunque no siempre se aplicarán en este orden:
- Establecer los roles y las responsabilidades para la reacción.
- Detectar, identificar y analizar cuanto antes las brechas.
- Desconectar los sistemas afectados.
- Implementar contramedidas.
- Valorar los daños sufridos y los riesgos potenciales.
- Informar a las personas y a los organismos competentes.
- Recuperar, restaurar y aplicar un seguimiento.
- Aprender para optimizar y mejorar la prevención.
En definitiva, la rapidez de respuesta es clave en la ciberseguridad. Pero, para asegurarla y minimizar las consecuencias de un ataque, debes apostar por la planificación anticipada.