De unos años a esta parte se ha producido un crecimiento importante en el uso de dispositivos conectados a Internet. Es habitual que en todos los hogares haya smartphones, televisores inteligentes, gadgets, tabletas, etc…y todo tipo de aparatos que cuentan con conexión a Internet. Esta situación es un síntoma de evolución y desarrollo tecnológico y ayuda a hacer la vida más fácil y cómoda. Todo está al alcance de nuestra mano a golpe de click e incluso es posible tener los electrodomésticos programados para funcionar cómo y cuándo queremos.
Sin embargo, toda esta conectividad tiene un precio y es que para todo lo que se hace en Internet hay que facilitar datos e información sobre el usuario. Aplicaciones, programas, configuraciones, son entornos que solicitan datos personales e incluso pueden obtener datos sobre la ubicación en todo momento, gracias a la tecnología de geolocalización. Toda esta información es muy valiosa y si cae en manos poco fiables puede tener consecuencias poco deseables para la intimidad de las personas. Incluso se ha llegado a plantear que organismos como la NSA podría usar esta información como forma de espionaje.
Es entonces cuando surge una pregunta ¿cómo se puede proteger de esta posible violación indebida de los datos sin perder calidad de vida? Aquí desempeña un papel importante el Derecho de Nuevas Tecnologías, que es la rama del derecho que estudia todas las implicaciones legales vinculadas al ámbito del desarrollo tecnológico. Los legisladores son conscientes de estos riesgos y han creado un entorno normativo que da soporte a la protección de los usuarios ante el uso y abuso de sus datos.
La Ley Orgánica de Protección de datos de Carácter Personal (LOPD) es un texto que establece los requisitos que deben cumplir las empresas, instituciones y particulares para proteger los datos que manejan habitualmente. Toda la información que circula por la red debido a todos estos dispositivos interconectados está expuesta a ataques cibernéticos que pueden hacer que estos datos acaben en manos que puedan poner en riesgo la seguridad de las personas.
Además de la LOPD, otro texto normativo que regula el tratamiento de los datos es la LSSICE (Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico). En este texto se establece quién puede usar los datos y cómo puede hacer uso de esos datos para que no sea considerado un uso indebido de datos.
Para las empresas que quieran desarrollar su actividad de forma segura y que quieran hacer un tratamiento adecuado de la información que manejan, es importante que hagan una correcta aplicación de estos textos normativos, desarrollando su actividad tal y como establecen. La consultoría de protección de datos es una actividad que ofrecen especialistas en la aplicación de estas leyes y que pueden ayudar a las empresas a saber cómo actuar para aplicar esta normativa de manera correcta.
A través de empresas especializadas en consultoría de protección de datos podemos adecuarnos a la normativa vigente y notificar de manera actualizada la inscripción de nuestros ficheros de datos de carácter personal a la Agencia Española de Protección de Datos.