El punto de partida como operador web adquiere en ocasiones tintes ciertamente desoladores, careciéndose de contactos, con una estrategia de posicionamiento incipiente a la que debe concederse un margen para ofrecer resultados y con un eco en redes sociales todavía irrelevante.
Storytelling al servicio del marketing
En un pasado reciente, aparecer en la primera selección de resultados en las búsquedas en Google era un objetivo plausible adoptando dos o tres estrategias de escasa entidad. Pero la complejidad que en la actualidad entraña el posicionamiento de una página web demanda un plus de exigencia que pasa indefectiblemente por usar técnicas diferentes de lo que la competencia acostumbra. Es aquí donde tiene reservado un hueco la técnica del storytelling, una especialidad del marketing online que comenzó utilizándose como soporte de anuncios televisivos por parte de multinacionales.
Sin duda, cada imagen o contenido compartido en redes sociales aporta su granito de arena para consolidar el sello de una marca. Pero sin una estrategia de mayor alcance es muy difícil que esto acabe sucediendo. Por ello, la técnica de storytelling es ideal para hacer sinergia con social media sobre la base de innovaciones que despierten interés y generen engagement en el target.
El poder comercial del sentimiento
Aquel clásico aforismo “la gente puede olvidar lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo le hiciste sentir” dibuja un campo de trabajo abonado para el éxito que implica saber conectar emocionalmente con el colectivo de usuarios que constituyen el nicho de mercado de un negocio online.
Según se desprende de informes especializados, una historia sobre una marca refleja el espíritu de la empresa, tendiendo puentes de conexión emocional con sus clientes y potenciales clientes, que pasan frecuentemente a adoptar el rol de promocionantes activos de las esencias de aquella.
Pero resulta evidente que configurar una historia entrañable en torno a los valores de una compañía requiere un trabajo previo de investigación acerca de los cauces a través de los cuales los usuarios conectan con el tipo de producto o servicio ofrecido; así se descubren aspectos relevantes de la idiosincrasia de aquellos que servirán para marcar el hilo conductor de una historia que pueda encajar con sus inquietudes y vivencias.
Una web como plataforma para contar historias
Una página web es el instrumento perfecto para hablar de una marca y dejar huella de su valía. La mayoría disponen de pestañas tituladas “acerca de”, “quiénes somos” o similares en las que puede resultar apropiado explicar algunas interioridades de la empresa, como detalles sobre el comienzo de su andadura, los logros alcanzados, los obstáculos vencidos… Si se trata de una empresa que vende productos, pasa por ser una excelente ilustración la narración de las propiedades que atesoran estos, imprimiéndole cierta fantasía que empatice con su posible consumidor.
¿Qué elementos no pueden faltar en el storytelling?
Ante la necesidad de idear una historia que sepa convencer de su capacidad para resolver un problema del público target, sin ser este consciente de tenerlo, son varios los elementos que ineludiblemente deben entrar en juego en su creación:
-El factor sorpresa: el argumento empleado debe impactar inesperadamente a quien lee, ve o escucha el relato.
-Un toque humano: el storytelling es un factor humanizador de las marcas dentro de un objetivo estrictamente mercantil, por lo que la historia ha de dirigirse sin rodeos a remover sentimientos en el público.
–Experiencias y vivencias de algún protagonista. Es momento de aparcar los datos y las cifras y sensibilizar al usuario con narraciones de fuerte carga emocional.
-La memoria. El relato ha de impregnar la memoria del target para lograr que espontáneamente tienda a compartirlo. Los contenidos deben ser propicios a su compartición en las redes sociales y a la interacción, así como destilar engagement con los usuarios.
–Inmersión. La audiencia debe sentir la necesidad de profundizar en la historia, recabando información adicional.
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Todo debe estar bajo control
El storytelling, como cualquier estrategia vinculada al marketing online, es susceptible de asociarse a objetivos medibles y analizables mediante la técnica de los KPIs (Key Performance Indicators), con los que pueden detectarse a tiempo las anomalías que hayan podido surgir respecto a los resultados esperados, proponiéndose las acciones oportunas para encarrilar la dinámica.
De todo lo anterior se desprende que el storytelling está llamado a ocupar un puesto de preferencia en las estrategias seguidas por las empresas en branded marketing. Contar historias ligadas a los valores de una empresa se ha consagrado como una de las vías más eficientes de entablar sólidos vínculos entre los usuarios y las marcas comerciales, pues nada como un relato para “abrir los poros” de ese consumidor.
Dada la esmerada labor que se requiere para explotar al máximo nivel las virtudes del storytelling, los servicios de una consultoría de marketing pueden ser un excelente baluarte para perfilar con profesionalidad y garantía de éxito un proyecto llamado a generar interesantes réditos comerciales.
