La noticia de que las sanciones sobre el uso no autorizado de cookies en los ordenadores se modifican ha puesto de actualidad este particular aspecto de publicidad que puede chocar contra la protección de datos.
Recientemente se ha aprobado en el Congreso de los Diputados una propuesta que completa a la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) y a la LSSI (también Issice) en todo lo relacionado con la imposición de sanciones sobre el uso indebido de cookies.
En este aspecto lo más novedoso es el hecho de que a partir de ahora habilitar o activar cookies en un ordenador ajeno sin consentimiento expreso del usuario pasa a tener una sanción de entre 30.000 y 150.000 euros. Una enorme diferencia con la normativa actual, donde ese mismo hecho no está tipificado como sancionable. Además, dichas sanciones se aplican al concepto de cookie en un sentido amplio, entendido el mismo como cualquier archivo que almacene información sobre la navegación de los usuarios.
El poder legislativo escucha así las voces que desde diferentes puntos del mundo de la magistratura y la agencia de protección de datos venían elevándose por el uso abusivo de esas cookies. La propia Agencia Española de Protección de Datos ha publicado recientemente una guía sobre la correcta utilización de las cookies, y en Estados Unidos empiezan a ser cascada las sentencias judiciales que sancionan el uso indebido de esos archivos.
Sin duda el anterior es un movimiento de utilidad, que podría poner coto a uno de los aspectos de la sociedad de la información que mayores fugas en el derecho a la intimidad está provocando.
