Las empresas y organismos que manejan bancos de datos de usuarios se ven obligadas a realizar una adaptación a la LSSICE y una adecuación a la LOPD para ajustarse a los recientes cambios legales en materia de protección de datos. A este proceso, que de no hacerse puede acarrear fuertes sanciones económicas en una auditoría obligatoria o en una inspección, se suma el reto de aprender el manejo de lo que va a ser la nueva revolución en materia de telecomunicaciones: la virtualización de las funciones de la Red. Network Functions Virtualization (NFV) es una nueva tecnología que están desarrollando ya varias empresas y que presenta una nueva arquitectura de red en la que muchas de las funciones red –entre ellas, manejo de direcciones IP, datos de los propietarios de dominios o detección de intrusos en el sistema– dejarán de depender del hardware y se convertirán en virtuales.
El NFV plantea un nuevo enfoque a la hora de diseñar, implementar y administrar los servicios de red. Desacopla del hardware funciones como la traducción de direcciones IP, el cortafuegos, servicios DNS, o almacenamiento en el caché, de manera que estos pueden acoplarse al software. Este sistema está diseñado para consolidar y entregar los componentes de red necesarios para sostener una infraestructura completamente virtualizada, en la que participan servidores virtuales, de almacenamiento e incluso otras redes.
Dado que es una tecnología aún muy nueva y desconocida, los expertos advierten a los directivos de las empresas que vigilen los espacios NFV y API de red, debido a la gran cantidad de información que podría quedar en una situación vulnerable.
Pedir asesoramiento a una consultoría, por ejemplo en Madrid, para así conocer con precisión las modificaciones necesarias para adaptar los equipos de las empresas a los cambios tecnológicos es la mejor manera de evitarnos problemas en una cuestión tan delicada como es la protección de datos de nuestros clientes.