Smart Cities y protección de datos, una relación provechosa

protección de datosEl auge de Internet ha hecho que el trabajo de una consultoría o auditoría especializada se centre principalmente en la protección de datos de los usuarios, certificando que los sites cumplen con la adaptación a la LOPD y la LSSICE. Más allá de lo conocido en este campo, la tecnología de las comunicaciones avanza a pasos agigantados y trae consigo nuevos retos que también deben ser analizados en el mismo sentido.

Las smart cities son un buen ejemplo de esta necesidad de control del cumplimiento de la protección de datos. Las ciudades hiperconectadas recurren a la videovigilancia, el Internet de las cosas y el Big Data en su día a día, pero, ¿cómo puede esto afectar a la privacidad de los ciudadanos?

El derecho a la protección de la privacidad debe respetarse, asegurando una gestión responsable de las nuevas tecnologías en un ámbito tan cambiante como es el de las ciudades inteligentes, en evolución constante. Si bien la eficiencia y la sostenibilidad de la que hacen gala es un punto positivo indudable a su favor, hay que tener en cuenta que todas las tecnologías que se usan para conseguirlas requieren un tratamiento masivo de datos, que no siempre se sabe bien cómo afrontar.

En ciudades cada vez más digitalizadas, los usuarios deben tomar conciencia del valor de su información 

El Big Data permite un conocimiento tan profundo del usuario que puede ser un factor decisivo para generar un aumento en el negocio, mientras que el Internet de las cosas permite que los dispositivos generen información constante, lo que puede ser un problema a la hora de tratar y custodiar los datos generados.

Además de las medidas legales necesarias para controlar que se cumple con el derecho fundamental a la protección de datos, es necesario que los ciudadanos sean conscientes de los riesgos de crear su identidad digital. Es fundamental una pedagogía social que les conciencie acerca de cómo proteger su privacidad en proyectos smart city.

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