Por un momento, te vamos a pedir que examines tu teléfono móvil. ¿Verdad que la mayoría de las apps que tienes son gratuitas? La realidad demuestra que el auténtico negocio está en la posesión de tus datos personales. Como te podrás imaginar —y como cabe esperar—, al desinstalar las aplicaciones desaparece tu información. Pero ¿es siempre así? En Gesprodat te lo aclaramos.
Descarga de aplicaciones y datos personales
Cuando descargas una aplicación, es muy probable que estés cediendo información sin saberlo. La clave del desconocimiento no está en ninguna práctica ilegal en la mayoría de los casos. La realidad demuestra que no tendemos a leer las condiciones relativas al tratamiento de datos y, erróneamente, las aceptamos.
Hay dos tipos de datos que justifican la relación entre aplicaciones y datos personales:
- La información de tus datos de usuario, con el objetivo de poder personalizar las funciones de tu móvil. Por ejemplo, cuando vinculas tu cuenta de Gmail o tu ID de Apple. Lo mismo sucede cuando te registras por primera vez y te piden, entre otros detalles, tu nombre y apellidos.
- La información adicional sobre tus intereses, que constituye la base del negocio de las aplicaciones gratuitas. Cuanto más personalizados están los anuncios para cada usuario, mayores ingresos obtienen por su exposición. Por tanto, pueden obtener tus preferencias o crear «atajos», como sucede en internet con las cookies.
Las redes sociales merecen una mención aparte. Como habrás tenido la ocasión de comprobar, las noticias y publicaciones aparecen según tus gustos. Lo mismo sucede con la publicidad, en otro claro ejemplo de lo que explicamos en el segundo punto. Cuando se trate de plataformas de compras por Internet, debes prestar más atención al borrado de tus datos.
¿Es posible eliminar los datos personales al desinstalar aplicaciones?
Para comenzar, debes saber que una aplicación se distribuye de tres maneras en tu teléfono. En primer lugar, los archivos de ejecución necesarios para su funcionamiento. Después, los datos que va generando conforme la vas usando. Por último, la memoria caché, que son los atajos a los que hacíamos referencia antes.
La recopilación de datos personales en apps es más común de lo que puedas creer. Cuando eliminas una, la memoria que estaba ocupando en tu smartphone desaparece. Sin embargo, la que figuraba en la nube (es decir, en un servidor remoto) permanece, como puede suceder con las fotos que hayas publicado en Instagram.
Cuando eliminas una aplicación hay tres situaciones que se pueden dar y que debes tener en cuenta:
- Los desarrolladores pueden obtener datos estadísticos sobre el número de personas que la han desinstalado.
- Por medio de programas especializados, tienen la capacidad de conocer tu región e incluso tu identidad.
- Si bien es una práctica penalizada, hay desarrolladores que siguen enviando publicidad personalizada.
Nuestra recomendación es que, como paso previo, te pongas en contacto con el responsable del tratamiento de datos. De este modo, podrás ejercer tu derecho al olvido, lo que supone que borrarán toda tu información personal. Dependiendo del sector, es posible que las compañías se vean obligadas a almacenar cierta información.
Como has podido comprobar, desinstalar aplicaciones no siempre implica que tus datos personales se eliminen. Nuestro consejo es que consultes siempre la política de protección de datos. Cuando decidas finalizar la relación telemática con una entidad, exige que borren tu información. De este modo, no harán negocio con tu privacidad.