La sextorsión es un problema cada vez más frecuente. Cualquiera podemos ser víctima de este chantaje sexual antes de haber imaginado, siquiera, que podría sucedernos. En Gesprodat queremos aprovechar nuestros conocimientos tecnológicos para alertar y prevenir sobre esta horrible práctica. ¡Sigue leyendo para protegerte!
Conociendo la sextorsión
Sextorsión es el término propuesto por Fundeu para españolizar el término inglés original: sextortion. Consiste en un tipo de extorsión basado en la amenaza de hacer públicos contenidos sexuales de la víctima.
Por lo general, el chantajista pide dinero o, más habitualmente, material sexual cada vez más comprometedor. Así, inicia un círculo vicioso en el que el afectado es cada vez más vulnerable.
¿Sabes que los adolescentes son los más afectados? Según los expertos, suponen el 70 % de las víctimas. Los extorsionistas conocen sus debilidades, saben que son los más fáciles de engañar. Si tienes hijos en estas edades, o más pequeños, encárgate de prepararlos para que no caigan en ello.
Por si no fuera suficientemente peligroso, la inteligencia artificial ha venido a complicarlo todo más. Ahora, algunos creadores de contenido delictivos la utilizan para hacer deepfakes en escenas sexuales. ¿En qué consiste? En sustituir las caras de los protagonistas reales por las de sus extorsionados.
¿Qué tipos existen?
Lamentablemente, los ciberdelincuentes no descansan. Siempre idean nuevas formas y maneras de sextorsionar. Te conviene conocer al enemigo, así que toma nota de esta clasificación sobre este delito sexual:
- Según el afectado. A menores o a mayores de edad.
- Por el medio empleado para obtener las imágenes. Distinguimos entre webcam, email, smartphones, mensajería electrónica, etc. También puedes contemplar aquí la inteligencia artificial ya mencionada.
- En función del objetivo perseguido. Se da para preparar un abuso sexual, la explotación pornográfica (privada o pública), la extorsión económica u otras. Las redes de pedofilia y pederastia alimentan, frecuentemente, estas prácticas.
- Por su carácter temporal. Continuada, esporádica, puntual o permanente.
- Según la autoría. Realizada por desconocidos, conocidos, cercanos o examantes.
¿Cómo evitar estos delitos?
La prevención es determinante: resulta más fácil evitar caer que solucionar el problema. En consecuencia, estas son las claves que debes aplicar:
- Desconfía de lo que parece demasiado bueno.
- Jamás envíes material íntimo a nadie.
- Utiliza contraseñas seguras y actualízalas con frecuencia.
- Nunca abras archivos procedentes de desconocidos.
- Apaga o tapa las cámaras de tus equipos en desuso.
- Usa una VPN y cifra tus dispositivos.
¿Qué debes hacer si sufres un chantaje sexual?
No resulta fácil mantener la mente fría cuando te amenazan con la filtración de un video sexual. Da igual si son contenidos reales o trucados, actúa con firmeza:
- Denúncialo a la Policía cuanto antes.
- Nunca cedas a la extorsión. De hacerlo, el problema se eternizará, ya que el ciberdelincuente volverá a presionarte.
- Recurre a una empresa privada de investigación si la IP es extranjera, pues nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad están limitados fuera de España.
- Si el material está publicado, pide su borrado en la web de la Agencia Española de Protección de Datos.
- Informa a los difusores y al proveedor de servicios. Explícales que son imágenes sin consentimiento explícito y solicita que las eliminen.
- Recurre a psicólogos y especialistas para superarlo. No juzgues a quien le ha sucedido.
La prevención es una cuestión primordial. Evita las conductas de riesgo y explica el peligro a los adolescentes y niños cercanos. La sextorsion no descansa: para sus autores, todos somos víctimas potenciales.