El ‘carding’ es una de las técnicas más utilizadas por los ciberdelincuentes para robar dinero de cuentas bancarias. Aunque no es un término ampliamente conocido fuera del ámbito de la ciberseguridad, sus consecuencias pueden ser devastadoras para las víctimas. Este tipo de fraude no solo expone la vulnerabilidad de los usuarios frente a las amenazas digitales, sino que también pone de manifiesto la necesidad de implementar medidas de protección más robustas tanto a nivel individual como empresarial.
¿Qué es y cómo funciona el ‘carding’?
El ‘carding’ consiste en el robo y uso no autorizado de datos de tarjetas de crédito o débito. Los ciberdelincuentes obtienen estos datos de diversas maneras, incluyendo la compra de información robada en mercados negros de internet, también conocidos como ‘darknets’, o a través de técnicas de phishing y malware. Una vez que tienen acceso a los datos, los delincuentes realizan pequeñas transacciones para verificar la validez de la tarjeta. Si las pruebas son exitosas, proceden a realizar compras más grandes o revenden la información a otros criminales.
El proceso es relativamente sencillo para aquellos con conocimientos técnicos, lo que lo convierte en una amenaza persistente. Según información detallada en la Guía Práctica de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), muchas veces las víctimas no son conscientes de que han sido atacadas hasta que revisan sus estados de cuenta y encuentran cargos desconocidos.
¿Cómo detectar ‘carding’?
Detectar que uno ha sido víctima de ‘carding’ puede ser complicado, ya que los cargos fraudulentos suelen ser pequeños al principio para evitar alertar a la víctima o al banco. Sin embargo, hay señales a las que los usuarios pueden estar atentos:
- La primera es la presencia de transacciones que no reconocen, especialmente si son de bajo monto y realizadas en sitios web o comercios desconocidos.
- Los bancos suelen enviar notificaciones cuando se detecta un comportamiento inusual en la cuenta, lo que debería ser una señal de alarma.
Esta práctica es tan común que podemos encontrar artículos de prensa, como el desarrollado por el Diario ABC que señala que otra forma de detectar el ‘carding’ es revisar con frecuencia los extractos bancarios y estar atentos a las alertas de seguridad proporcionadas por las instituciones financieras. También es recomendable utilizar aplicaciones de monitoreo de crédito que puedan ayudar a detectar cualquier actividad sospechosa en la cuenta.
¿Qué hacer si me hicieron ‘carding’?
Si un usuario descubre que ha sido víctima de ‘carding’, lo primero que debe hacer es contactar a su banco o proveedor de tarjeta de crédito para informar sobre las transacciones fraudulentas. La mayoría de las instituciones financieras tienen procedimientos establecidos para manejar este tipo de fraudes, lo que incluye la cancelación de la tarjeta comprometida y la emisión de una nueva. Además, es importante reportar el incidente a las autoridades competentes, como la Policía Nacional en España, para que puedan investigar y, potencialmente, rastrear a los delincuentes.
También es aconsejable cambiar las contraseñas de las cuentas vinculadas a la tarjeta comprometida y monitorear la actividad financiera para asegurarse de que no haya más intentos de fraude. En algunos casos, puede ser necesario congelar temporalmente la cuenta para evitar más pérdidas.
¿Cómo evitar este tipo de estafa?
Evitar el ‘carding’ requiere una combinación de buenas prácticas de seguridad y el uso de herramientas tecnológicas. Una de las recomendaciones más importantes es utilizar tarjetas de crédito virtuales para las compras en línea. Estas tarjetas, que pueden ser generadas a través de aplicaciones bancarias, tienen un límite de uso y caducan después de una transacción, lo que reduce significativamente el riesgo de fraude.
Otra medida efectiva es habilitar la autenticación en dos pasos (2FA) para las transacciones en línea, lo que añade una capa adicional de seguridad. Además, se aconseja no guardar los datos de las tarjetas en sitios web o aplicaciones, por muy seguros que parezcan, ya que cualquier brecha de seguridad en estos servicios podría comprometer la información.
La guía publicada por Plazo sugiere también el uso de programas de monitoreo de crédito y alertas de seguridad ofrecidas por los bancos. Estas herramientas ayudan a detectar de manera temprana cualquier actividad sospechosa y permiten al usuario tomar medidas inmediatas.
Cuatro estrategias para protegerte del ‘carding’
Protegerse del ‘carding’ no es una tarea imposible, pero sí requiere estar bien informado y tomar precauciones.
- Primero, es crucial mantener actualizado el software de todos los dispositivos utilizados para acceder a cuentas bancarias o realizar compras en línea. Las actualizaciones de software suelen incluir parches de seguridad que corrigen vulnerabilidades explotables por ciberdelincuentes.
- Segundo, se debe evitar hacer compras en redes Wi-Fi públicas, ya que estas conexiones son más susceptibles a ser interceptadas.
- Tercero, es recomendable usar navegadores que incluyan protecciones adicionales contra phishing y malware.
- Y, por último, desconfiar de ofertas demasiado buenas para ser ciertas, ya que pueden ser trampas para obtener datos financieros.
El ‘carding’ es una amenaza real que puede tener consecuencias severas para cualquier persona que use tarjetas de crédito o débito. La clave para protegerse radica en la prevención y en estar constantemente alerta ante posibles señales de fraude. Siguiendo las recomendaciones proporcionadas y utilizando herramientas de seguridad avanzadas, es posible minimizar el riesgo de ser víctima de esta peligrosa forma de estafa.