La tecnología es cada vez más importante para las empresas hasta tal punto que, muchas veces, puede ser la clave de su ventaja competitiva. De ahí la necesidad de proteger los algoritmos a fin de evitar que otros puedan hacerse con datos fundamentales para un negocio. Porque, además, las bases de datos que estos crean quedan amparadas bajo la normativa de protección de datos.
Sin embargo, quizá te sorprenda saber que el software no está protegido por la normativa sobre propiedad industrial y tampoco se puede considerar propiedad intelectual. Pero esto no significa que esté totalmente desprotegido, ni mucho menos, porque los programas informáticos tienen ahora la condición de secretos empresariales.
Los algoritmos como parte del know-how de la empresa
Estamos en plena era digital y ya hay muchos negocios para los que la base de su éxito está en un software muy concreto. Todas estas empresas basan su funcionamiento en un algoritmo que facilita la interacción entre el cliente, la compañía y la persona que va a prestar el servicio.
Para conseguir ese software la empresa ha tenido que invertir una gran cantidad de dinero y sería injusto que otra pudiera replicarlo sin que le cueste nada. Se trata de un know-how, un patrimonio inmaterial del negocio que, según la Ley de Sociedades de Capital, es susceptible de ser valorado económicamente.
A pesar de ello, si revisas la normativa europea verás que esta prohíbe expresamente proteger los algoritmos bajo el paraguas de la propiedad industrial o la propiedad intelectual. Así lo establece la Directiva 2009/24/CE.
¿Quiere esto decir que el software no puede protegerse? No, lo que ocurre es que está protegido en España por la Ley 1/2019, de Secretos Empresariales. Esto implica que nadie que no esté expresamente autorizado puede acceder a la información sobre cómo funciona el software.
Protección de los secretos empresariales relacionados con los algoritmos
Para que el algoritmo quede amparado bajo la normativa relacionada con el secreto empresarial debe cumplir una serie de requisitos:
- Ser secreto. Entendido esto como que su forma exacta de funcionamiento no sea públicamente conocida ni resulte fácilmente accesible para terceros.
- Tener un valor empresarial real o potencial. Es decir, que implique o pueda implicar una ventaja competitiva para la empresa que lo utiliza.
- Que la organización adopte medidas para proteger el algoritmo.
Lo mejor que puedes hacer para proteger los algoritmos de tu negocio es mantener una actitud activa para evitar que estos sean revelados. Por ejemplo, firmando contratos de confidencialidad con todos los empleados, limitando el acceso a la información relevante, o encriptando los ficheros que tengan información sensible.
Protección de las bases de datos generadas al aplicar el algoritmo
Una de las funciones básicas de este tipo de software es crear y administrar bases de datos que también tienen un valor muy importante en el mercado, lo que las hace susceptibles de ser atacadas por ciberdelincuentes.
En este sentido, la Directiva 96/9/CE establece que las bases de datos generadas por algoritmos quedan protegidas por la normativa sobre derechos de autor (es lo que se conoce como derecho sui géneris). Por tanto, el propietario del programa que ha creado ese registro de información tiene derechos exclusivos sobre los datos y puede prohibir la utilización de los mismos a terceros.
Todo esto nos demuestra que puedes proteger los algoritmos usados en tu negocio y las bases de datos nacidas del mismo. Pero es necesario que, por tu parte, haya una protección activa de estos elementos si quieres tener respaldo legal en caso de que alguien vulnere tus derechos sobre ellos.