El uso de las nuevas tecnologías ha revolucionado todos los aspectos de la vida diaria y la sanidad no podía permanecer al margen. La relación entre paciente y médico puede ser ahora más cercana al contar con medios digitales capaces de transmitir cuestionarios y consultas, y así conseguir un seguimiento diario.
Pero evidentemente esta situación plantea la problemática de la protección de datos y protección del paciente en dichas relaciones, debiendo producirse una adaptación específica de estos hechos al momento actual.
Hay que recordar que los datos relativos a la salud del paciente se cuentan entre los más protegidos por la LOPD y deben, por tanto, ser objeto de un especial cuidado por parte de cualquier consultoría LOPD y de los propios ciudadanos. Todas las relaciones deben llevarse a cabo de forma segura y con la aquiescencia expresa del paciente. Nunca se debe dar la misma forma tácita puesto que, además de ilegal, se estaría creando un peligroso precedente.
Un tratamiento bien diferente se debe seguir con los espacios publicitarios de la red que, cada vez con mayor frecuencia, ofertan una serie de servicios relacionados con la salud, especialmente en asuntos estéticos. Lo principal en estos casos es, de entrada, obrar con la mayor de las precauciones. Habrá que desconfiar de todos los productos o servicios de carácter gratuito, intentando por todos los medios no incorporar ningún dato personal (o cualquier otro dato protegido por la LSSICE) en páginas que potencien dichos productos. Además, deberá denunciarse cualquier vulneración ante la AEPD de Madrid.
Evidentemente, el número de aplicaciones médicas de calidad para todo tipo de soportes está en continuo crecimiento y se prevé que su número se multiplique en los próximos años. Muchas de estas aplicaciones online resultan fiables y de gran calidad. Pero no por ello debemos bajar la guardia ante una posible intromisión en datos tan fundamentales como los sanitarios.