Muchos empresarios dejan de lado la necesidad de su empresa de adaptarse al marketing online con una estrategia ajustada a sus objetivos. Algunos ni siquiera han variado desde el pasado siglo XX. Ahora lo importante ya no es solo qué se fabrica sino cómo se comportan las audiencias, cómo te valoran y cómo la marca conecta con ellas. Tal como afirman muchas empresas de marketing, la clave es cómo aportar soluciones y valor añadido.
No obstante, ya sea por desconocimiento o costumbre, hay directivos que no están online. Es decir, para Internet sus empresas no existen. Esto supone un lastre teniendo en cuenta que el número de internautas –un 76,2 % de la población española- y de dispositivos móviles –la media es de 6 por cada consumidor- no para de crecer. Están perdiendo cientos de oportunidades de conectar con sus clientes y con nuevos públicos en la red. Pero además, dejan de posicionarse como referentes, no se diferencian y, sobre todo, obvian la labor de la fidelización. Para alcanzar estas metas, trabajar de la mano de una consultoría de marketing y usar las redes sociales, blogs y webs corporativas como herramientas cotidianas es, simplemente, imprescindible.
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Además, deberían considerar que el proceso de compra ha dado un giro de 360 º. Los usuarios, antes de adquirir un producto, buscan información en Internet y se dejan guiar por las opiniones de otros consumidores. Incluso, prefieren ir a la tienda a observar físicamente el producto, pero culminan la compra online debido a las promociones que ofrece Internet.
Por lo tanto, aquellas empresas que no quieran naufragar y quedar ancladas en el pasado han de entender que estar en Internet no es una moda o capricho sino un imperativo. Los consumidores han cambiado sus comportamientos, demandan información y prefieren nuevas formas de comunicación más humanas, personalizadas y directas. Y en Internet, o se está o no se está.