En un mundo caracterizado por la complejidad, la globalidad y la incertidumbre, las empresas están expuestas a un amplio número de riesgos. Hablamos, por ejemplo, de desastres naturales, como inundaciones o terremotos, pandemias o amenazas tecnológicas, como los ciberataques. Por esta razón, un plan de continuidad de negocio (BPC, por sus siglas en inglés) es una herramienta para la gestión de riesgos imprescindible con la que debes contar, ya que te proporcionará la tranquilidad que necesitas. En Gesprodat, queremos que lo conozcas.
¿Qué es un escenario de contingencia?
Un escenario de contingencia es un acontecimiento cuya concurrencia puede implicar la interrupción prolongada de tu actividad empresarial. De hecho, en los casos más graves, supone la pérdida del negocio. Con el fin de evitarlo, las organizaciones diseñan previamente estrategias para no tener que improvisar. Así, establecen una serie de procedimientos, acciones y procesos para salvaguardar su integridad, esenciales en la seguridad para empresas de todo tipo.
¿Qué es un plan de continuidad de negocio?
Es un documento donde describimos los procesos y sistemas de la organización, además de prever los posibles fallos ante un escenario de contingencia. Por otro lado, y relacionado con ellos, incluye, asimismo, las acciones que se deben implementar para sortearlos. Es, por tanto, una parte vital de la gestión de seguridad de una empresa. La razón es que, entre sus principales objetivos, destacan minimizar los daños y la recuperación de las funciones críticas del negocio.
Entre los puntos clave que incluye, se encuentran:
- Evaluación de riesgos: Parte de elaborar un catálogo exhaustivo de los riesgos a los que la organización en concreto se expone. Se trata de incluir los peligros tecnológicos, naturales, de procesos o cualesquiera que sean capaces de interrumpir su actividad.
- Identificación de las actividades críticas: Estas son las imprescindibles para continuar con los procesos y funciones que garantizan la supervivencia del negocio.
- Plan de respuesta y recuperación: Implica la asignación de roles y responsabilidades. También supone la implementación de acciones específicas y sincronizadas para abordar las amenazas identificadas.
- Verificación y evaluación: Es aconsejable ponerlo a prueba, al menos, una vez al año. De ese modo, es posible incorporar novedades o corregir defectos.
Sugerencias y conceptos
Para tener éxito en tu BCP, procura seguir los siguientes consejos:
- Obtén el compromiso de los directivos: Esto asegura la asignación de recursos suficientes y le da prioridad.
- Involucra a todas las partes interesadas: Todos los departamentos y equipos deben implicarse en su elaboración. Así te aseguras de que todas las funciones críticas y procesos están representados.
- Haz un plan de comunicación efectiva: De esta forma, tendrás puntualmente informados a los trabajadores, los clientes, los proveedores y a todas las partes interesadas.
- Forma y conciencia a todos los trabajadores.
- Elabora un plan de sucesión: Es importante que los roles clave queden siempre cubiertos durante la interrupción.
También es vital que te familiarices con algunos conceptos clave. Te mencionamos algunos de ellos:
- Recuperación de los sistemas de información: Es el conjunto de acciones y procedimientos encaminado a restaurar los sistemas informáticos.
- Objetivos de puntos de recuperación (RPO) y objetivos de tiempos de recuperación (RTO): Son dos indicadores que establecen los límites máximos para la cantidad de datos perdidos y el tiempo antes de que la interrupción tenga un impacto inaceptable.
En resumen, un plan de continuidad de negocio proporciona seguridad para las empresas. Gracias a él, sabes perfectamente cómo actuar ante eventos extremos que puedan paralizar tu actividad y minimizar los impactos negativos.