El Derecho de las nuevas tecnologías y la aplicación de las leyes LSSICE y LOPD también deben ser tenidos en cuenta en el uso de algunas aplicaciones como Mailchimp. En este terreno, el asesoramiento de los expertos profesionales de una consultoría de protección de datos puede ser esencial para que las empresas tengan la garantía de que usar Mailchimp no les reportará un problema importante de seguridad y protección de los datos personales con los que trabajan habitualmente.
Mailchimp y las listas de suscriptores
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los administradores de cualquier site, o incluso de una campaña de marketing online, es contar con los suscriptores necesarios para poder establecer una relación fructífera a largo plazo que incluya el envío de las correspondientes newsletters.
Conseguir los datos de estos usuarios o seguidores respetando la ley de protección de datos no es siempre fácil. Además, hay que tener en cuenta que muchos encargados de blogs y diferentes sites no conocen con detalle los requisitos legales de la LOPD.
Es importante aclarar que cuando se envía una newsletter a través de la plataforma de gestión de correos Mailchimp se está tratando con datos personales regulados por la LOPD, como el correo electrónico o el nombre del usuario. Por lo tanto , es indispensable que el usuario de Mailchimp se asegure de estar tratando la lista de destinatarios de sus correos siguiendo los criterios marcados por la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal.
Para empezar, el fichero con la lista de correo que va a usarse en Mailchimp debe inscribirse en la Agencia Española de Protección de Datos, para poder gestionar la información contenida en él sin estar contraviniendo la ley.
Además, los formularios que se usen para recoger la información que después se usará para hacer los envíos a través de Mailchimp deben indicar todos los datos del responsable del site, para que los usuarios sepan quién va realmente a gestionar sus datos.
Igualmente, los suscriptores deben estar informados acerca de qué se va a hacer con sus datos y de cómo pueden ejercer sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición sobre los datos suministrados.
Asimismo, después de ofrecer toda esta información a los posibles suscriptores, es necesario solicitar su consentimiento explícito para su tratamiento.
Finalmente, los envíos a través de Mailchimp de los boletines deben tener un emisor claro y ofrecer la posibilidad de cancelar la suscripción cuando se desee sin problemas.
La privacidad
Uno de los principales problemas del uso de Mailchimp es que este servicio no fue creado para ser una plataforma de gestión de correos confidenciales. Esto significa que los administradores del servidor puedan acceder a la información de la lista de suscripción. Además, el propio servicio informa de la revisión ocasional de los envíos, con el objetivo de controlar que no se violan sus términos de uso. Esto puede representar un atentado a los requisitos básicos de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal que cualquier empresa debe aplicar a la hora de trabajar con los datos de sus usuarios y suscriptores.