Expertos en protección de datos alertan sobre el enorme caudal de información que la Red proporciona sobre sus usuarios aun sin ellos saberlo en la mayoría de las ocasiones.
Imagine que usted está navegando tranquilamente por internet en la seguridad de su casa. Seguramente no tenga ninguna sensación de falta de intimidad, ¿verdad? Pues lo cierto es que está mandando una enorme cantidad de información privada al mundo, presta para quien quiera recogerla. Y lo mismo cuando camina con el dispositivo GPS de su móvil encendido o cuando cuelga una fotografía suya en una red social.
Por eso la pérdida de privacidad a partir de la red es uno de los temas fundamentales en todo lo relacionado con la protección de datos digital. Desde la intrusión de las famosas cookies hasta una falta de cuidado evidente por parte de los usuarios en el uso de las redes sociales, Internet está jalonada de hitos en los que se puede observar una falta de privacidad alarmante que el particular debe, al menos, conocer.
Lo primero que recomienda cualquier letrado especialista en la materia o cualquier agencia de protección de datos es tomar plena consciencia de la propia fragilidad para la intimidad que representa la Red. El hecho de chatear en privado o navegar con una conexión segura no es garantía de protección alguna sobre nuestra intimidad, por lo que lo ideal sería gestionar nuestra actividad en internet como si todo lo que hiciéramos en ella estuviese abierto al conocimiento público. Además hay ciertos sectores de población, como los niños y los adultos de más de cincuenta años, que se muestran especialmente descuidados con su intimidad en la Red, y que por lo tanto deben de tomar una mayor conciencia sobre la misma.
Y es que esa palabra, conciencia, es la clave de todo el asunto. El usuario debe de tomar plena conciencia sobre sus derechos y sus deberes en relación a la protección de su intimidad personal cuando navegue por Internet. Sólo así se conseguirá un uso responsable de esta increíble herramienta.