La ciberseguridad y el comercio electrónico son dos conceptos estrechamente relacionados. De hecho, proteger las transacciones se ha convertido en la máxima prioridad de cualquier negocio en línea. Seguro que del tuyo también. Por ello, en Gesprodat queremos proporcionarte una serie de consejos y pautas que te ayudarán a ofrecer a tus clientes un ecommerce seguro y fiable.
Consejos y pautas de ciberseguridad y comercio electrónico
Antes de comenzar esta guía de seguridad, tenemos que citar los principales riesgos a los que se enfrenta cualquier negocio online:
- Secuestro de datos. Es llevado a cabo por los ransomwares. Estos programas “secuestran” la información almacenada en el equipo y no permiten acceder a ella si no se paga un “rescate”.
- Robo de datos. Resulta especialmente sensible cuando se interceptan las comunicaciones con el propósito de obtener información confidencial que, después, se usa para aplicar un chantaje. Un caso reciente es el de la franquicia de perfumerías Douglas en España.
- Suplantación de identidad. El objetivo es obtener los datos personales de los clientes (por lo general, contraseñas) para realizar operaciones bancarias en su nombre.
- Pérdida de control de la web y/o de tus perfiles en redes sociales. Sin duda, uno de los mayores desastres a los que te puedes enfrentar. Suele darse cuando las contraseñas de acceso son poco seguras.
Conviene recordar que la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) obliga a notificar las brechas de datos personales. En caso de detectar que han sido ocasionadas por una negligencia, puede interponer sanciones. Tenlo en cuenta.
Dicho esto, ya estamos en disposición de ahondar en las recomendaciones sobre ciberseguridad y comercio electrónico.
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Establecer una política de contraseñas
Las contraseñas seguras son difíciles de recordar, pero las sencillas resultan muy fáciles de robar. En este sentido, hace falta que cada cuenta tenga la suya propia y que sean sustituidas, al menos, una vez al año o según la sensibilidad de la información. Lo importante es que sea robusta y no cambiarla con mucha frecuencia. Cada usuario debe tener las suyas, no compartirlas con nadie ni almacenarlas en el navegador para futuros accesos.
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Verificar el correo electrónico
Sobre todo, si contiene enlaces o archivos adjuntos, aunque vengan de usuarios que te parecen de confianza. No olvides que el correo electrónico es la principal vía de transmisión de malware a nivel mundial. Si el mensaje te genera dudas, mejor no abrirlo y contacta inmediatamente con el departamento de sistemas.
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El software de tus equipos debe estar siempre actualizado
Los programas informáticos obsoletos son puertos de entrada perfectos para los hackers. Ten en cuenta que carecen de soporte, por lo que no se actualizan con parches de seguridad que blinden sus líneas de código. Asimismo, conviene que tengas mucho cuidado a la hora de concederles determinados permisos, especialmente, si se trata de aplicaciones móviles.
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Crea copias de seguridad con frecuencia
Lo ideal es realizar una al día para no perder nada relevante en caso de que sufras un ataque o cualquier otro problema y almacenarlas en un lugar seguro. En la actualidad, muchas plataformas en la nube proporcionan este servicio con las máximas garantías de seguridad.
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Los equipos de trabajo son para trabajar
No para navegar por Internet, acceder a cuentas de correo electrónico personales o visitar redes sociales. No dudes en “capar” los accesos a internet de los equipos que utilicen tus trabajadores para evitar riesgos innecesarios.
Con todos estos consejos de ciberseguridad y comercio electrónico, tu web será lo suficientemente segura para que tus clientes compren con plena confianza.