La competencia desleal es el conjunto de prácticas que representan ventajas obtenidas de manera ilícita para determinados sectores económicos que las implementan. En contra de lo que puedes escuchar no afectan exclusivamente a las grandes corporaciones, sino que pueden perjudicar de muchas maneras hasta al más pequeño de los negocios.
Prácticas consideradas lícitas
La competencia leal entre las empresas es capaz de crear mercados en los que tanto los emprendedores como los consumidores obtienen ventajas y beneficios. Por otra parte, el mero hecho de competir requiere un esfuerzo y una inversión de todo tipo de recursos. Las prácticas consideradas leales son las siguientes:
– Reducción de costes para obtener un aumento en los beneficios.
– Innovar en los productos que se introducen al mercado, lo que lo amplía y diversifica.
– Mejoras en los servicios, como la implementación de entregas a domicilio, la ampliación de horarios de apertura de los establecimientos o el ofrecimiento de descuentos.
La competencia desleal
Las prácticas inscritas dentro de este concepto son aquellas que se caracterizan por introducir distorsiones dentro del mercado. Estas generan una ventaja para las corporaciones más poderosas y destacan por carecer, de un modo objetivo, de buena fe.
Las alteraciones del mercado introducidas deliberadamente y que modifican el comportamiento económico de sus agentes son muy variadas. Entre ellas puedes encontrar el bridar información engañosa o confusa a los clientes o el lesionar la reputación de la competencia,
Encuadradas en este tipo de maniobras se encuentran también las prácticas que limitan la libre elección por parte del consumidor, las comparaciones entre productos y servicios no autorizadas o la violación de secretos industriales o comerciales.
Labor del compliance para evitar prácticas delictivas
El compliance dentro de las empresas hace referencia al conjunto de normas y mecanismos internos que tienen como fin evitar sanciones legales y su respectivo impacto negativo en la imagen y reputación de la compañía. Este último efecto es particularmente importante cuando se trata de casos de corrupción administrativa o de evasión tributaria.
El compliance y la competencia desleal
La competencia desleal también puede suscitar sanciones y causar una erosión en la imagen de tu empresa, generando un descrédito difícil de revertir. Por ello, es importante que cuentes con un sistema de gestión de riesgos.
El alcance holístico de este sistema te permite ampararte de ante toda clase de riesgos legales, incluidos los derivados de la violación de las leyes que rigen la competencia.
Gestión de riesgos legales
Dentro de tu empresa, este sistema te permite mantener un control más cercano sobre el cumplimiento de todo tipo de normas legales. Los mecanismos que implementes pueden prevenir los riesgos legales mediante su precoz detección. Esto te permitirá hacer las modificaciones pertinentes para evitar que las prácticas comerciales y de marketing desemboquen en casos de competencia desleal.
Como supondrás, cada empresa es diferente y por ello la gestión de riesgos legales debe ajustarse a cada caso. En líneas generales debe abordar aspectos como la evaluación de los problemas existentes, la capacitación del personal, las comunicaciones corporativas o la creación de un liderazgo. El control de ajuste a los estándares y normas o los mecanismos para la auditoría y el monitoreo son otros campos a tener en cuenta.
Un plan de compliance puede atenuar o eximir las sanciones, además de ser una estrategia que te permite reforzar y transmitir los valores de la corporación. Es, pues, una política que engloba lo ético y lo legal y evita toda clase de prácticas potencialmente delictivas y por ello, sancionables.
La competencia desleal es un conjunto de prácticas que lesiona a la sociedad toda. Se opone al desarrollo de la libre competencia y además de las sanciones que puede acarrear, afecta severamente la reputación de las empresas que caen en ella.