Derecho de las Nuevas Tecnologías: el SPAM. Qué es, tipos, cómo evitarlo

En toda consultoría de protección de datos existen temas recurrentes para los que particulares y empresas piden consejo y prevención. Uno de ellos es el llamado spam o correo basura y se define como la recepción masiva de correo no deseado o de un remitente no conocido.

Curioso origen del término

El término spam se acuñó en los inicios de Internet (1994), por lo que es algo endémico al surgimiento de la comunicación masiva por la red.

Su origen viene de las latas de jamón con especias que durante la Segunda Guerra Mundial los familiares enviaban a los soldados (la marca comercial Spam es una contracción de spiced, especiado, y ham, jamón). Esta lata solía constituir su único sustento diario, de ahí la connotación de aborrecimiento de esa comida y, por ende, la aplicación de este acrónimo al correo basura.

El spam es ilegal y las multas por infringir la normativa, muy cuantiosas. Así lo recoge la LOPD y la LSSICE en el ámbito del Derecho de las Nuevas Tecnologías. Entre otras cosas, porque se vale de la obtención indiscriminada de direcciones de correo electrónico (mediante spyware) y porque atenta contra la privacidad y la intimidad de las personas, quienes no han dado su consentimiento para recibir tales mensajes.

La naturaleza de los correos es muy variada, pero existen palabras clave para que el filtro de los servidores de correo halle estos mensajes ilícitos y los derive hacia la carpeta de correo no deseado. Unas de ellas son las que hacen referencia a remedios contra la disfunción eréctil, a la venta de marcas caras como Rollex a precio de coste, a cómo hacerse millonario desde casa, a contenido pornográfico, a «chollos» de viajes increíbles, etc.

El spam no es solo un mal endémico de los servidores de correo, sino que se ha ido extendiendo a las otras formas de comunicación digital (mensajería instantánea, redes sociales, foros, etc.) y generalmente no viene solo, sino acompañado de virus y troyanos que entran en los sistemas cuando se abre el mensaje o se hace clic en el link que contiene.

El término está tan extendido que ha servido para englobar diversas formas de correos no deseados cuya finalidad perjudica al destinatario. Una de ellas es el bulo o haax, cadenas de envíos de mensajes (buscando alguien desaparecido, pidiendo ayuda para una donación urgente de órganos …). Su objetivo es obtener direcciones de correo electrónico.

Otro género de spam es el scam (estafa), que apela a la necesidad económica eventual del receptor o al ansia de ganar dinero de forma rápida y sin esfuerzo. Anuncia loterías, sorteos, propone matrimonios con extranjeras, ofertas de empleo falsas…

Por último, están los correos basura que buscan “muleros”, hombres de paja que hagan transferencias de dinero desde sus cuentas para blanquear dinero proveniente del tráfico de drogas, humanos, etc. Esta actividad está tipificada gravemente por el Código Penal, por lo que hay que desconfiar de mensajes de este tipo ya que podemos ser víctimas de actividades delictivas o podemos ser utilizados como instrumentos para cometer un delito.

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