Aunque parezca mentira y, a pesar de que la reacción generalizada es de apoyo y solidaridad, en una situación tan grave como la que estamos viviendo estos días en nuestro país, con terribles consecuencias personales y materiales por el paso de la DANA, hay quien aún busca lucrarse con ello.
Ante la proliferación de estafas y bulos, la OCU advierte del aumento de fraudes relacionados con la catástrofe meteorológica que hemos sufrido.
Se han detectado intentos de engaños en visitas a domicilios; llamadas telefónicas de falsos voluntarios para pedir dinero para los damnificados por la DANA; o incluso SMS en los que se avisa de un supuesto cambio de número al encontrarse mojado el teléfono (siempre aludiendo a una relación personal: padre-hijo, por ejemplo).
El engaño del teléfono mojado no es nuevo. Los intentos de timo a través de un mensaje de hijos que informan a padres de un teléfono roto ya hace tiempo que hace estragos apelando a la respuesta emocional. Este tipo de ciberestafas que hacen uso de un teléfono mojado como cebo ya existían. Ha habido casos como la estafa de una mujer de 72 años a la que llegaron a robar más de 7.000 euros ya hace un año. Por desgracia, se ha vuelto a recuperar en el momento menos oportuno.
También se han detectado fraudes en visitas a domicilios y llamadas telefónicas de desaprensivos que se hacen pasar por voluntarios para pedir dinero para los damnificados por la DANA. La propia Cruz Roja ya ha denunciado este abuso.
Una recomendación básica: utilizar únicamente los cauces oficiales para ayudar.
Para evitar los engaños es importante que las donaciones se realicen únicamente a través de canales oficiales.
Se han establecido distintos puntos de ayuda y recogida en la gran mayoría de ciudades y pueblos de toda España. Ayuntamientos, universidades y asociaciones han puesto en marcha con gran rapidez puntos de recogida de material y ONGs que están trabajando directamente sobre el terreno para ayudar a los afectados y se facilitando herramientas para ayudar a través de SMS o Bizum de forma segura, como ya hacen Cruz Roja, Cáritas o el Banco de Alimentos.
La propia Organización de Consumidores ha facilitado un espacio en el que cualquier persona que desee colaborar puede informarse a través de los cauces oficiales.