La protección frente a los virus informáticos es uno de los grandes retos de las empresas. Además de los costes económicos de los ciberataques, las empresas que manejan información de usuarios están obligados a hacer una adecuación LOPD y una adaptación LSSICE para pasar sin sanción la auditoria obligatoria que establecen los cambios en la legislación en materia de Protección de Datos. Según informó el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, la ciberdelincuencia supuso en 2013 una media de pérdidas de 497.000 euros para grandes empresas y 38.000 para pymes.
Estos datos nos indican que es preciso adoptar medidas básicas de protección:
– Ignorar los correos que imitan a un antivirus oficial e informan de una infección inexistente, ofreciendo una solución de pago.
– Descartar los programas rescate , que bloquean el equipo si no se paga una cantidad de dinero.
– No descargar archivos ejecutables recibidos por email y no abrir los que remitan a un enlace externo.
– Instalar un antivirus de una marca registrada y un cortafuegos.
– Hacer copias de seguridad de la información más valiosa.
– Limitar los permisos para que los virus no puedan realizar determinadas acciones, dejando al usuario administrador la instalación de aplicaciones y la actualización del sistema operativo.
– Estar atentos a los dispositivos de almacenamiento externo (pendrives, discos o tarjetas de memoria).
– No hacer descargas en sitios no seguros
– No seguir las indicaciones de los posts que solicitan un nuevo registro para acceder a una determinada imagen en las redes sociales.
Seguir estos consejos básicos es fundamental para proteger la seguridad de la información de la empresa. Asimismo, pedir consejo a expertos de cualquier consultoría, en Madrid u otra ciudad, para hacer la adecuación LOPD y la adaptación LSSICE, ayudará a evitar sorpresas en una auditoría o una inspección rutinaria.