Las compras a través de las tiendas online consolidan su posición al alza gracias al desarrollo del ecommerce y de la seguridad que brinda la normativa vigente. El Derecho de las Nuevas Tecnologías engloba diferentes reglamentos que blindan los derechos de los consumidores.
Marco legal del comercio electrónico
Además de la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) y Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSICE), la normativa del Derecho de las Nuevas Tecnologías consta del Real Decreto 242/2005, de 15 de abril por el que se aprueba el Reglamento sobre las condiciones para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas, el servicio universal y la protección de los usuarios, que desarrolla la Ley General de Telecomunicaciones y complementa diferentes directivas comunitarias.
El conjunto de normas legales, según la consultoría de protección de datos, pretende proteger los datos de los consumidores, garantizar los derechos de los usuarios y establecer sistemas de garantía seguros.
Derechos del consumidor en las compras online
Los consumidores que hacen sus compras a través de Internet disponen de las mismas garantías y los mismos derechos de reclamación que los que las hacen por medio del comercio tradicional.
En los países que forman parte de la Unión Europea, se gestionan los plazos de entrega de dos maneras. Si el vendedor no los especifica, el límite para entregar el artículo comprado es de 30 días; y, si este está detallado, el límite será el que se indique en la página web.
En el caso de que no se puedan cumplir los plazos de entrega, existen dos posibles escenarios. Por una parte, si el vendedor lo notifica, el cliente podrá optar por continuar con la conversión o cancelarla, sin ningún coste. Si no se recibe ninguna notificación por parte del vendedor, el consumidor podrá cancelar la compra y reclamar el dinero que ha pagado. Las tiendas españolas están obligadas a devolver el doble de lo cobrado.
Ante un desistimiento, si hay información, el mínimo es de 14 días o el plazo que señale el portal. En el supuesto de que no haya información al respecto, el límite se establece en 12 meses y el vendedor ha de hacerse cargo de los gastos de envío. Para gestionar el desistimiento, es importante informar al vendedor y enviar el producto durante los 14 días posteriores al aviso. Por su parte, el vendedor tiene también 14 días para devolver el dinero.
La garantía de las compras online es de dos años. Si el producto es defectuoso, no responde a las características descritas o no es lo que estaba anunciado en la web, el vendedor puede repararlo, reponerlo de forma gratuita, hacer un descuento o devolver el dinero.
El proceso para reclamar es similar al de los establecimientos tradicionales. Primero, hay que hacerlo en la tienda; y, después, a través de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC). Si no se obtiene respuesta, el paso siguiente es el Centro Europeo del Consumidor o poner una denuncia.
Conclusión
Las compras online disponen de la misma protección que las tradicionales. Las diferentes normativas protegen los derechos de los usuarios y consumidores, independientemente del canal por el que se adquieran los artículos.