Las compras por Internet aumentan cada año. Pero no todo lo que se muestra en la Red es fiable, de hecho hay muchas tiendas online que, saltándose no solo la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal) sino incluso las restantes normas, intentan estafar al comprador, muchas veces aprovechando los recovecos que deja el incipiente Derecho de las Nuevas Tecnologías. Por ello, es muy importante tener cuidado con facilitar datos personales sin garantía de a quién se dan.
Es un fenómeno sobre el que han alertado muchas veces las empresas de consultoría de protección de datos, quienes brindan una serie de recomendaciones sobre cómo actuar ante una tienda online de la cual no se tienen referencias pero que tiene ofertas irresistibles. Dicho de otra forma, explican cómo distinguir si se trata de una tienda legal o, por el contrario, de una web que busca recabar datos de los clientes (como el número de tarjeta de crédito o el de cuenta bancaria) para luego estafarles. Concretamente, sus consejos son los siguientes:
1) El primero es, justamente, sospechar de ofertas demasiado buenas. Es difícil sustraerse a un precio irresistible pero la mayoría de las veces son «ganchos» para que el comprador se confíe y, al pedir el producto, les entregue sus datos.
2) Informarse acerca de las devoluciones: generalmente, estas páginas web no admiten devoluciones y ello es un indicio claro de que se trata de una estafa. Porque las leyes europeas obligan a las tiendas digitales a dar al cliente 14 días para devolver su compra, ya sea por no corresponderse con lo que pidieron o, simplemente, por haber cambiado de opinión.
3) Comprobar los datos del vendedor: cualquier tienda online legal guarda un espacio para mostrar sus datos: nombre, dirección, teléfono e incluso su número de identificación fiscal. Es lógico, pues no tienen nada que esconder y la ley obliga a hacerlo. Sin embargo, las webs fraudulentas no publican nada de esto.
4) Mirar opiniones de otros consumidores: en Internet existen infinidad de foros donde los compradores dan su opinión sobre tiendas online. No obstante, hay que tener cuidado con los comentarios elogiosos que aparecen en la web de la propia tienda ya que pueden haber sido escritos por sus mismos responsables para confundir al usuario.
5) Revisar las opciones de pago: normalmente, los negocios digitales de confianza ofrecen al comprador varios sistemas de pago, lo cual no sucede con las tiendas ilegales, que incluso a veces piden que se abone la compra por adelantado.
6) La política de privacidad: tanto la citada LOPD como la LSSICE (Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico) obligan a los comercios online a cuidar la información privada de sus clientes y a explicar a éstos el uso que van a hacer de sus datos. Normalmente, los negocios ilegales no lo hacen.
En conclusión, se puede comprar a través de Internet pero el cliente debe asegurarse de que se halla ante un comercio serio antes de facilitar dato alguno. Y a hacerlo ayudan estas sencillas pautas. Es la manera de evitar un timo o, lo que es peor, una gran estafa.