La protección de secretos empresariales se ha convertido en una necesidad para muchas marcas. La ciberdelincuencia está a la orden del día, y esta, por lo general, busca atacar los datos o el conocimiento que tenga una empresa. Te ayudamos a plantear una estrategia para protegerlos frente a delincuentes.
A qué se llaman secretos empresariales
Lo primero de todo pasará por entender a qué denominamos como un secreto de empresa. Como su nombre indica, podemos considerar que cualquier información de valor que esté en manos de pocos, es un secreto. Esto puede abarcar muchos aspectos: la tecnología que utiliza tu empresa para el día a día, la manera de elaborar o fabricar los productos, etc.
Piensa que, cualquier información que esté solo en manos de unos pocos y que no se comparta de forma pública, ya puede considerarse un secreto de empresa. Por lo general, estos involucran a la información más sensible de una empresa, la que realmente hace que funcione. Y, obviamente, es algo que hay que proteger de ciberataques, para que la competencia no se beneficie de esa inteligencia.
Ahora bien, ¿es lo mismo un secreto que un dato? No. Los datos personales (de tus clientes, por ejemplo) es cierto que están en manos de unos pocos trabajadores de tu empresa. Sin embargo, no se consideran secreto, ya que no tienen relación directa con cómo funciona tu empresa. Es sencillamente un registro privado de quiénes interactúan con ella. Aunque también son objeto de robo.
Algo más parecido puede ser el concepto de propiedad intelectual, pese a que hay amplias diferencias entre uno y otro. Sin embargo, la propiedad intelectual tiene que ver con el derecho de quien haya creado una obra (por ejemplo científica) para explotarla de manera exclusiva.
Un ejemplo muy sencillo: si en tu empresa desarrolláis un software propio de comunicación interna, tendréis propiedad intelectual sobre el mismo. Y, por lo tanto, si os robasen información delicada sobre este en un ciberataque para emplearlo posteriormente, esto atentaría contra la propiedad intelectual. Pero, como ves, no guarda relación con el concepto de secreto.
Cómo asegurar la protección de los secretos empresariales
Lo primero, entender que la ley pena la difusión de estos secretos de empresa, se trata directamente de un delito. Así, la Ley 3/1991 considerará competencia desleal la difusión de este tipo de información. Y, en cuanto a su robo, este queda totalmente prohibido en el Artículo 278 del Código Penal, donde se pena con hasta cuatro años de cárcel y con una multa.
Por lo tanto, es un delito tipificado.
Ahora bien, una vez que hemos analizado lo valiosa que es esta información, vamos a ver cuál es la manera de protegerla frente a posibles agresiones, estudiando pautas de seguridad para proteger nuestros secretos:
1. Definir los secretos
Es decir: selecciona esa información sensible para que pase a ser considerada como tal.
2. Elige un coordinador de los mismos
Alguien que vaya a encargarse de protegerlos frente a filtraciones o ataques externos.
3. Emplea medidas legales para tener cobertura legal
Dicho de otra manera, obliga a los empleados que los conozcan o a tus socios a firmar acuerdos de confidencialidad. Esto te aportará cobertura legal.
4. Emplea tecnología blockchain
Hoy por hoy, es el modelo de almacenamiento de información más efectivo que puedes encontrar. Por eso mismo, nuestra recomendación es que, si vas a almacenar esos secretos en formato digital, lo hagas con esta tecnología.
En conclusión, la protección de secretos empresariales es indispensable para cualquier marca de cierto tamaño. Especialmente con el ambiente tan agresivo que hay en el mundo digital. Si necesitas proteger correctamente tus datos, no dudes en contar con nosotros.