Recientemente la red social Facebook ha modificado parte de sus herramientas de privacidad, incorporando nuevas y cambiando las características de las existentes, en un intento por acabar con la imagen de empresa poco respetuosa con la protección de datos de sus usuarios. La primera impresión es que ahora Facebook ofrece una privacidad más grande por defecto, es decir, que los comandos propios del programa se mantienen en unos niveles de respeto por la intimidad mayores que antaño. Así, por ejemplo, aquellas personas que se den de alta por primera vez en Facebook y publiquen algo verán cómo aparece un mensaje que les recuerda que pueden escoger el público que verá dicha publicación.
Mensaje que, además, se repite periódicamente a modo de recordatorio, en una adaptación de la red social a las nuevas normas europeas, como la LSSICE. Así, Facebook da un paso para alejarse de la etiqueta de empresa poco escrupulosa con la protección de datos. En resumen, se sustituye el estado de “Público” por defecto para los datos en Facebook, que tanta controversia había creado en los últimos tiempos, y los usuarios tendrán un pequeño dinosaurio azul guiándoles para resolver cualquier duda durante el proceso de la nueva configuración de privacidad.
Estos cambios vienen meses después de que Facebook fuera señalada por Snowden como una de las empresas que proporcionaba más datos privados a la NSA. Ahora Facebook pretende situarse en la vanguardia de la protección de datos y estará preparada para hacer frente a cualquier tipo de análisis sobre los mismos, ya vengan estos de la Unión Europea o de una auditoría LOPD desde Madrid. La red social parece dispuesta a mostrarse más púdica con la información ajena.