¿Sabe ChatGPT demasiado sobre ti? 

Aunque ChatGPT no navega por internet ni accede directamente a tus archivos, lo que escribes en una conversación puede ser registrado. OpenAI, la empresa que lo desarrolla, utiliza parte de estas interacciones para mejorar el modelo. Esto se hace a través de revisiones humanas y procesos de entrenamiento.

Cada vez usamos más herramientas de inteligencia artificial para tareas cotidianas: escribir correos, resumir documentos, pedir ideas. Pero surge una pregunta legítima: ¿qué pasa con la información que compartimos con ellas? Si usas ChatGPT, te conviene saber que no todo lo que escribes desaparece al cerrar la ventana.

ChatGPT no te “espía”, pero sí retiene información

Aunque ChatGPT no navega por internet ni accede directamente a tus archivos, lo que escribes en una conversación puede ser registrado. OpenAI, la empresa que lo desarrolla, utiliza parte de estas interacciones para mejorar el modelo. Esto se hace a través de revisiones humanas y procesos de entrenamiento.

Y sí, incluso si no introduces tu nombre, puedes revelar datos personales sin darte cuenta:

  • “Trabajo en la oficina de Barcelona de una multinacional de seguros…” 
  • “Mi cliente se llama X y pidió que actualicemos el contrato…” 

Ese tipo de frases puede parecer inocente, pero revelan contexto, ubicación y relaciones laborales.

¿Tiene memoria? Depende

Si usas ChatGPT sin iniciar sesión, no se guarda un historial visible para ti, pero OpenAI podría conservar parte de esas conversaciones de forma anónima.
Si tienes una cuenta y la opción de “memoria” está activada, entonces sí: el sistema puede recordar tus preferencias y detalles que hayas compartido, incluso en sesiones distintas.

Esto plantea riesgos si compartes información sensible o confidencial sin saber que el sistema puede retenerla.

Entonces, ¿es seguro usarlo en el trabajo?

No en todos los casos.
Si trabajas con datos personales, información corporativa, propiedad intelectual o documentación regulada, es mejor evitar introducirla en ChatGPT.


Aunque la empresa afirme que los datos se manejan con seguridad, no hay garantías absolutas. Y en sectores regulados (como salud, finanzas o legal), un uso descuidado puede traducirse en incumplimientos graves.

ChatGPT no es una amenaza directa, pero sí un entorno que debe usarse con cautela.


Recuerda: la herramienta no sabe quién eres… hasta que tú se lo dices. Y una vez que compartes algo, ya no puedes recuperarlo ni garantizar cómo se usará.

Protégete. Usa la IA con criterio y nunca compartas más de lo necesario.

 

 

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