Con multitud de ciberestafas a la vuelta de la esquina y con el punto de mira de los ciberestafadores puesto en nuestra cuenta bancaria, las entidades financieras se han tenido que poner las pilas. Es por ello que están redoblando sus esfuerzos para proteger, además de sus propios sistemas, a sus clientes frente a las amenazas de ciberseguridad.
A nadie le cabe duda de que cualquier persona, sin importar su edad y formación, puede convertirse en víctima de ataques mediante correos electrónicos, SMS o la propia aplicación bancaria. La buena noticia es que los bancos están actuando: enviando alertas, reforzando la comunicación y colaborando con las autoridades para frenar estas ciberestafas.
¿Por qué los bancos deben actuar?
Los ataques de phishing, smishing o vishing se multiplican y cada vez más usuarios reciben mensajes que simulan proceder de su banco, de organismos oficiales o de servicios de paquetería, instándoles a clicar enlaces, actualizar datos o realizar movimientos urgentes.
Desde la perspectiva regulatoria, además, los bancos tienen obligaciones de seguridad: por ejemplo, la Ley de Servicios de Pago establece que las entidades de pago deben adoptar medidas para evitar ciberfraudes como el phishing.
Por tanto, no es sólo una cuestión de reputación o de pérdida económica: es también una exigencia de cumplimiento normativo y de responsabilidad frente a los clientes.
¿Qué hacen los bancos para advertir a sus clientes?
Algunas de las acciones que están llevando a cabo las entidades bancarias en España pasa por informar directamente a sus clientes:
- La entidad ING alertó a sus más de 4 millones de clientes en España sobre un aumento de estafas vía SMS, correos o llamadas que simulan su servicio, e instó a ignorar correos que pidan actualizar datos o clicar enlaces.
- Las patronales del sector financiero, junto a los organismos de seguridad, lanzaron en abril de 2024 la campaña «Protégete, evitar el fraude está en tus manos», impulsada por Instituto Nacional de Ciberseguridad – INCIBE, Policía Nacional, Guardia Civil, la Asociación Española de Banca (AEB) y otras entidades, para concienciar a clientes y ciudadanos sobre cómo detectar intentos de fraude.
- Son numerosos los bancos que envían por correo, notificación en app o aviso en sucursal, una serie de mensajes con recomendaciones: “Nunca te pediremos que introduzcas tu clave, no te enviaremos enlaces urgentes, verifica siempre el canal oficial”. Por ejemplo, se recuerda que los bancos nunca solicitan credenciales de usuario por correo electrónico. Estos son solo algunos ejemplos de notificaciones bancarias. Seguro que tú también has recibido alguna.
- Aumento de la vigilancia y formación interna: se refuerzan los sistemas de alerta, la monitorización de actividad anómala, y se proporciona a los clientes protocolos de actuación en caso de sospecha. Ya lo sabes, la formación siempre evita sustos…
Buenas prácticas que los usuarios deben conocer
La comunicación del banco es clave, pero también lo es nuestro comportamiento. Así que te dejamos algunas recomendaciones que deberías conocer y difundir entre tus contactos:
- Si recibes una notificación de tu entidad bancaria, verifica siempre el remitente del correo, la dirección del dominio, y desconfía si el mensaje provoca urgencia o miedo (“actualice ahora o perderá el acceso”).
- Nunca cliques enlaces o descargues adjuntos sospechosos que hayan sido recibidos sin haberlos solicitado o fuera del canal habitual.
- En banca digital, habilita la autenticación de dos factores (2FA/MFA) y revisa periódicamente los movimientos en la cuenta.
- Ante la mínima duda: contacta con el banco a través de su canal oficial (app, web, teléfono) y no respondas al propio mensaje sospechoso.
¿Y qué hacen las administraciones públicas y las universidades?
No sólo los bancos tienen medidas activas. También otras instituciones están dando pasos en esta línea.
- La Generalitat Valenciana ha alertado recientemente de un notable aumento en los intentos de suplantación digital de su identidad para cometer fraude por lo que se ha comunicado directamente con sus usuarios para evitar que caigan en la ciberestafa. Incluso llega a incluir un ejemplo de dicho intento de delito para prevenir contra él.
- Los centros universitarios también han tomado las riendas en el asunto de la ciberseguridad. Han sido diferentes entidades como la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Zaragoza, o la Universidad de Sevilla, que ha puesto en marcha un Hackathon en Ciberseguridad organizado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad es ciberseguridad (INCIBE) en colaboración con la Universidad de Oviedo.
- También algunos ayuntamientos como el de Tres Cantos (Madrid), que en marzo de este año puso en marcha una campaña de ciberseguridad orientada a la ciudadanía con vídeos en redes sociales y folletos para distribuir en dependencias municipales.
Ni los bancos ni las administraciones pueden permanecer de brazos cruzados frente al aumento de las ciberestafas. Como hemos visto, ya están implementando comunicaciones activas hacia sus clientes, colaborando con fuerzas y cuerpos de seguridad, y reforzando sus procesos internos. Pero la eficacia real se consigue cuando el usuario final también está informado y actúa con prudencia.