La odisea de encontrar vivienda con seguridad: entre la escasez, los abusos y las estafas

Encontrar un hogar en España se ha convertido en un desafío cada vez mayor. La falta de oferta y los altos precios han complicado el acceso a la vivienda, pero esta dificultad se ve agravada por los abusos y estafas que afectan tanto a arrendatarios como a propietarios.

Alquilar una vivienda no solo requiere conocer la normativa vigente, sino también estar alerta ante fraudes cada vez más sofisticados. Los ciberdelincuentes han encontrado en el mercado del alquiler un terreno fértil para sus engaños, infiltrándose en plataformas inmobiliarias con anuncios irresistibles: viviendas de ensueño a precios atractivos en ubicaciones privilegiadas. Sin embargo, detrás de estas ofertas se esconden fraudes que pueden hacer que el sueño de encontrar hogar se convierta en una pesadilla.

En este contexto, es fundamental conocer los derechos y obligaciones en el alquiler, así como las estrategias más utilizadas por los estafadores, para evitar caer en sus redes, a continuación, detallamos algunas de las regulaciones vigentes y las estafas más comunes en el mercado de alquileres.

Legalidad en el alquiler de viviendas

Al momento de alquilar una vivienda, muchos propietarios imponen una larga lista de requisitos. Sin embargo, es fundamental saber que algunas de estas exigencias no solo son ilegales, sino también denunciables y pueden conllevar sanciones económicas significativas. Un ejemplo de ello es el cobro de comisiones por parte de inmobiliarias a los inquilinos, una práctica prohibida cuando la contratación del servicio ha sido solicitada por el arrendador . 

Según el artículo 36 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), al formalizar un contrato de alquiler, el propietario solo puede exigir al inquilino una fianza equivalente a una mensualidad de renta en el caso de vivienda habitual. Aunque es común que se soliciten garantías adicionales, como depósitos o avales bancarios, para asegurar el cumplimiento de las obligaciones contractuales. Sin embargo, estas garantías adicionales no están reguladas por la LAU, lo que puede dar lugar a abusos si se solicitan cantidades desproporcionadas. Es fundamental que ambas partes acuerden de manera clara y por escrito todas las condiciones del alquiler.

Además, hay gastos que el inquilino no debería asumir bajo ninguna circunstancia. Dar de alta los suministros, pagar la comunidad de vecinos o cubrir los honorarios de la inmobiliaria contratada por el propietario.

Por otro lado,  uno de los problemas más frecuentes que enfrentan los arrendadores es el uso indebido de la fianza por parte de algunos inquilinos, quienes dejan de pagar la renta del mes en curso con la excusa de utilizar la fianza para cubrirla. Sin embargo, es importante recordar que este depósito no puede destinarse a fines distintos a los establecidos en el contrato, como la cobertura de desperfectos en la vivienda o incumplimientos contractuales. Su uso indebido está expresamente prohibido y puede derivar en conflictos legales.

Además, la ocupación ilegal se ha convertido en un problema creciente en España, generando estrés, incertidumbre y frustración entre los propietarios, quienes ven amenazada la seguridad de sus inmuebles y enfrentan largos procesos legales para recuperarlos

Estafas comunes en el alquiler de viviendas

Los estafadores han desarrollado estrategias cada vez más sofisticadas para engañar a quienes buscan una vivienda, aprovechándose de la urgencia y la falta de información de las víctimas.Por ello, es fundamental conocer las estafas más comunes y estar alerta ante cualquier señal de advertencia. Las tácticas más utilizadas en el mercado del alquiler son:

  1. Anuncios de pisos inexistentes o usurpados: Los estafadores publican ofertas de alquiler de viviendas que no existen o que no les pertenecen, utilizando imágenes atractivas y precios por debajo del mercado para atraer a las víctimas. Una vez que el interesado muestra interés, solicitan pagos por adelantado o información personal sensible.
  2. Solicitudes de pagos anticipados sin ver el inmueble: Es una señal de alerta cuando el supuesto propietario pide una cantidad de dinero antes de permitir la visita al inmueble, alegando alta demanda o encontrarse en otra ciudad o país. Esta práctica es común en estafas donde, tras recibir el pago, el estafador desaparece sin dejar rastro.
  3. Suplantación de identidad del propietario: Algunos estafadores se hacen pasar por los dueños legítimos de una propiedad, llegando incluso a mostrar el piso y firmar contratos falsos. Posteriormente, desaparecen con el dinero de la fianza y el primer mes de alquiler, dejando al inquilino sin vivienda y sin posibilidad de recuperar su dinero.
  4. Recopilación fraudulenta de datos personales: A través de anuncios falsos, los estafadores solicitan documentos personales como el DNI, nóminas o información bancaria con el pretexto de evaluar al inquilino. Con esta información, pueden cometer fraudes adicionales, como solicitar créditos a nombre de la víctima.
  5. Ofertas demasiado buenas para ser verdad: Anuncios de viviendas con características excelentes a precios muy por debajo del mercado suelen ser un gancho para atraer a víctimas desprevenidas. Es importante desconfiar de ofertas que parezcan demasiado atractivas y verificar siempre la autenticidad del anuncio y del propietario.

Recomendaciones para evitar estafas

    • Verificar la identidad del propietario: Solicita documentación que acredite la propiedad del inmueble y compare los datos con los registros oficiales.
    • No realizar pagos por adelantado: Nunca entregues dinero sin haber visitado la vivienda y sin tener un contrato firmado.
    • Desconfiar de comunicaciones urgentes: Los estafadores suelen presionar para que se realicen pagos rápidamente, alegando alta demanda u otras excusas.
    • Utilizar plataformas confiables: Emplea portales inmobiliarios reconocidos y lea opiniones de otros usuarios para evaluar la fiabilidad de los anuncios.
  • Entrega de documentación: Es importante no proporcionar datos personales de forma anticipada al buscar un alquiler. Nunca envíes documentación sensible como tu DNI, nóminas o declaración de la renta antes de haber acordado formalmente la firma del contrato. La entrega de estos documentos sólo debe realizarse en la fase final del proceso, cuando el acuerdo esté cerrado y con garantías de seguridad.

Cuando llegue el momento de compartir tu información, protege tus datos limitando la exposición de aquellos que no sean estrictamente necesarios. Por ejemplo, en las nóminas puedes ocultar el número de la Seguridad Social, tapa tu firma en el DNI. 

Si envías la documentación de manera digital, hazlo en formato fotocopia o documento escaneado y escribe claramente sobre la imagen el propósito de su uso (por ejemplo, «Exclusivo para contrato de alquiler con [nombre del arrendador o agencia]»). Esto dificulta que tu información pueda ser utilizada de forma fraudulenta y te protege frente a posibles usos ilícitos.

  • Consultar a profesionales: Si tienes dudas, es aconsejable buscar asesoramiento legal o de expertos en el sector inmobiliario.

Protegerse de posibles abusos y estafas en el proceso de alquiler de una vivienda es posible siempre y cuando estamos al tanto de las herramientas más utilizadas por los timadores. 

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