La nueva Autoridad de Protección del Informante: un antes y un después para los canales de denuncia

la entrada en juego de la A.A.I.P.I. marca un punto de inflexión. El objetivo ya no es solo cumplir de forma formal, sino integrar los canales de denuncia en la cultura ética de la empresa. Tener un sistema robusto y transparente no sólo te protegerá de posibles sanciones, sino que también fortalecerá la confianza tanto interna como externa en tu organización.

La Autoridad Independiente de Protección del Informante (A.A.I.P.I.) ya es una realidad. Con su entrada en funcionamiento desde el 1 de septiembre, prevista en la Ley 2/2023, España da un paso de gigante en la supervisión de los canales de denuncia, reforzando la protección de quienes deciden alertar sobre irregularidades en sus empresas.

Esta nueva entidad no es un simple organismo burocrático, sino una pieza clave para asegurar que los sistemas de denuncia funcionen de manera efectiva y, sobre todo, que quienes los usan estén a salvo de represalias. ¿Qué implica esto para las empresas y cómo cambia la gestión de sus canales internos?

Un marco legal más robusto y centralizado

La Ley 2/2023 ya había establecido una obligación clara: todas las empresas de más de 50 trabajadores y las entidades del sector público deben implementar un Sistema Interno de Información (SII). Este sistema, conocido popularmente como canal de denuncias, permite a empleados, proveedores y terceros reportar de forma segura y confidencial posibles incumplimientos o fraudes.

Hasta ahora, la supervisión de estos canales era difusa, a menudo en manos de diferentes organismos sin una coordinación central. Con la creación de la A.A.I.P.I., España se alinea con la Directiva Europea (UE) 2019/1937, ofreciendo un único punto de referencia con competencias claras:

  • Supervisar que los canales cumplan con los requisitos de independencia, confidencialidad y seguridad.
  • Proteger al informante, garantizando que no sufra represalias de ningún tipo (laborales, contractuales o personales).
  • Sancionar a las organizaciones que no cumplan con la normativa.
  • Coordinarse con otras autoridades (como la AEPD o la CNMC) si la denuncia afecta a sus ámbitos.

Implicaciones directas para tu empresa

Para las organizaciones, la llegada de la A.A.I.P.I. representa un doble desafío. Ya no basta con instalar un software o un buzón para cumplir la ley. Ahora, es fundamental que el sistema cuente con procedimientos claros y conocidos por todos, que garanticen la confidencialidad y la protección real del denunciante.

Piensa en dos escenarios prácticos:

  1. Una PYME de 60 trabajadores debe designar a un responsable del sistema, comunicarlo a la A.A.I.P.I. y establecer protocolos internos para gestionar las denuncias de forma rigurosa.
  2. Una multinacional debe asegurarse de que su canal ético global se adapte y cumpla con las exigencias específicas de la normativa española.

En ambos casos, la formación de los empleados es crucial. Deben saber exactamente cómo, dónde y con qué garantías pueden denunciar una irregularidad.

Recientemente, hemos vivido en primer plano cómo los canales de denuncia y los códigos éticos empresariales pueden tambalear estructuras hasta ahora inamovibles, como en el caso Nestlé.

Más allá de la norma: confianza y protección

El avance más significativo de esta nueva ley es la protección explícita para el informante. La A.A.I.P.I. se encargará de velar por esta protección, que abarca desde la confidencialidad total de su identidad hasta el apoyo legal en caso de necesitarlo.

Es importante recordar que el tratamiento de los datos en estos canales debe ser extremadamente cuidadoso. Como recuerda la AEPD, los datos deben ser minimizados y conservados por un plazo máximo de tres meses en la fase inicial, a menos que se abra una investigación formal.

En definitiva, la entrada en juego de la A.A.I.P.I. marca un punto de inflexión. El objetivo ya no es solo cumplir de forma formal, sino integrar los canales de denuncia en la cultura ética de la empresa. Tener un sistema robusto y transparente no sólo te protegerá de posibles sanciones, sino que también fortalecerá la confianza tanto interna como externa en tu organización.

¿Sientes que tu empresa necesita revisar o adaptar su canal de denuncias para cumplir con las nuevas exigencias? No esperes a que sea la A.A.I.P.I. quien lo supervise. En Gesprodat te ayudamos a implantar, revisar y adaptar tu canal de denuncias para que cumpla con todas las garantías legales y prácticas.

 

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