Por mucho cuidado que tengamos, las ciberestafas están por todas partes. Hacemos un repaso por diez de las más comunes porque la formación y la información son las herramientas más poderosas para combatirlas.
- Falsas multas de tráfico con códigos QR: Los estafadores envían correos electrónicos o mensajes que simulan ser notificaciones de multas de tráfico, incluyendo un código QR que, al escanearlo, dirige a sitios fraudulentos para robar información personal o financiera.
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- Estafas mediante ‘Man in the Middle’: Recientemente, se ha detenido a un individuo en Alcalá de Henares por realizar estafas utilizando la técnica ‘Man in the Middle’. Este método consiste en interceptar comunicaciones entre empresas y sus proveedores, suplantando identidades y modificando datos bancarios para desviar pagos a cuentas controladas por los estafadores.
- Llamadas fraudulentas solicitando añadir números en WhatsApp: Se han reportado llamadas en las que los delincuentes piden a las víctimas que agreguen un número de teléfono en WhatsApp, lo que puede darles acceso a información personal y posibilitar suplantaciones de identidad.
- Troyanos bancarios disfrazados de facturas: El troyano bancario Grandoreiro ha resurgido, haciéndose pasar por facturas de Endesa. Los estafadores envían correos electrónicos con archivos adjuntos que, al ser abiertos, instalan malware diseñado para robar credenciales bancarias y otra información sensible.
- Estafas en plataformas de compraventa: Los ciberdelincuentes se hacen pasar por compradores o vendedores en plataformas legítimas, enviando enlaces o archivos maliciosos que, al ser abiertos, permiten el acceso a datos sensibles o la instalación de malware.
- Estafas en compras en línea: Un caso reciente involucró a un individuo que compró una lavadora por internet, pagó 200 euros mediante transferencia bancaria y nunca recibió el producto. Al intentar contactar con el vendedor, descubrió que había sido víctima de una estafa, una situación que se repite con frecuencia en plataformas de compraventa en línea.
- Falsas ofertas de empleo: A través de correos electrónicos, anuncios en línea o llamadas telefónicas, los estafadores ofrecen empleos inexistentes con el fin de recopilar información personal o solicitar pagos por adelantado para supuestos trámites. En algunos casos, llaman haciéndose pasar por una empresa de recursos humanos o afirmando que contactan desde un proceso de selección vinculado a una oferta en la que la víctima supuestamente se ha inscrito.
- Estafas bancarias mediante ‘smishing’ y ‘spoofing’: Una red de ciberestafadores liderada por un joven de 22 años defraudó 1,4 millones de euros a clientes de 43 bancos en España. Utilizaban técnicas de ‘smishing’ (phishing vía SMS) y ‘spoofing’ (suplantación de identidad) para obtener datos bancarios de las víctimas y transferir fondos a cuentas controladas por la organización.
- Suplantación de servicios técnicos: Mediante llamadas o mensajes, los delincuentes se hacen pasar por técnicos de soporte de empresas reconocidas, indicando la necesidad de instalar software que en realidad es malicioso o solicitando datos confidenciales.
- Estafas mediante programas de acceso remoto: La Guardia Civil ha alertado sobre el incremento de estafas en las que los delincuentes convencen a las víctimas para instalar programas de acceso remoto, permitiéndoles controlar sus dispositivos y robar información sensible o realizar transacciones fraudulentas.
- Estafa del retrovisor roto: La estafa consiste en romper el retrovisor de un coche aparcado y dejar una nota en el parabrisas disculpándose por el daño, asegurando que ocurrió durante una maniobra de aparcamiento. En el mensaje, el estafador proporciona un número de contacto, ya sea por WhatsApp o indicando un supuesto teléfono de la aseguradora, con el pretexto de gestionar el parte del accidente. El objetivo es engañar a la víctima para que se comunique para así robar sus datos personales y su dinero.
Para protegerse de estas estafas, es esencial mantener actualizada la información y tener cautela al compartir información personal. La prevención y la educación son clave para evitar ser víctima de estos fraudes.
