¿Sabías que la mayoría de las ciberestafas pueden evitarse con una buena formación?
Los empleados son la primera línea de defensa ante amenazas digitales. Formarlos no sólo protege a la empresa frente a ataques, sino que también garantiza el cumplimiento de normas legales y evita multas o sanciones. En este artículo te contamos por qué invertir en capacitación es una estrategia fundamental para la seguridad y el compliance o cumplimiento normativo.
Si eres trabajador, probablemente alguna vez has recibido un correo sospechoso y has dudado sobre si abrir un enlace o archivo adjunto. Estos son ejemplos clásicos de intentos de phishing, una técnica de engaño que emplean los ciberdelincuentes para robar información o conseguir acceso a los sistemas.
Formarte en ciberseguridad te ayuda a reconocer estas amenazas y saber cómo actuar. Además, una empresa bien preparada cumple con el compliance o cumplimiento normativo, asegurando que sus actividades se ajusten a las leyes y regulaciones aplicables.
Muchas estafas comienzan con un simple clic, ya sea en un enlace sospechoso, una imagen incrustada en un correo electrónico, o una descarga maliciosa. Además, los ciberdelincuentes también se aprovechan de sistemas desactualizados o dispositivos mal protegidos.
Incluso pueden engañar a los usuarios mediante técnicas de ingeniería social, como suplantaciones de identidad por teléfono o SMS, engañando a la víctima para que facilite información. La mayoría de estos ataques tienen un exponente común: se aprovechan del desconocimiento de los usuarios.
Si trabajas en una empresa, pregúntate: ¿he recibido alguna capacitación reciente? ¿Sé cómo reaccionar ante un posible ataque?
Si uno de los objetivos que tenéis, tanto tú como tu, empresa es evitar ciberestafas, es crucial invertir en formación. La ciberseguridad es tarea de todos.
Un buen programa de formación combina teoría con ejercicios prácticos, simulaciones y casos reales. Esto permite a los empleados interiorizar los conocimientos y aplicarlos de forma eficaz en su día a día. Y lo más importante, promueve una cultura de seguridad compartida, donde todos se sientan responsables.
La combinación de formación y compliance se traduce a una empresa segura y confiable, donde se protege tanto a la entidad como a sus empleados. Cumplir con el compliance no es solo cuestión de papeleo, es tener empleados que entiendan las reglas y sepan aplicarlas en el día a día. Esto reduce riesgos legales y mejora la reputación de tu empresa.
Además, muchas normativas obligan a las empresas a realizar formación periódica en ciberseguridad. Así que, ¿por qué no aprovechar para convertirlo en una ventaja competitiva?
¿Te animas a mejorar la seguridad de tu empresa?
Invertir en formación en ciberseguridad es proteger el negocio, a las personas y a la reputación de la empresa. ¿Están tus empleados preparados para reconocer y frenar una ciberestafa?
- Evalúa el nivel de concienciación de tu equipo
- Identifica las carencias formativas
- Establece un plan de capacitación continuo.
Da el primer paso hacia una empresa más segura y resiliente.
