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¿Te suena? Probablemente lo has visto en redes sociales, banners o incluso en WhatsApp. En realidad, no son ellos: son estafas. El uso de personas famosas —suplantadas mediante imágenes, vídeos o deepfakes— se ha convertido en una táctica habitual para manipular, ganar confianza inmediata… y robar dinero o datos personales.
En este artículo analizamos cómo funciona este tipo de engaño, qué riesgos plantea y cómo protegerse en un entorno digital cada vez más difícil de distinguir de la realidad.
¿Cómo funciona la estafa?
Estas campañas suelen seguir este patrón:
- Se utiliza la imagen de un famoso sin su autorización.
- Se le atribuyen frases, vídeos o recomendaciones falsas sobre inversiones, criptomonedas, productos milagro o herramientas “exclusivas”.
- Se enlaza a una web falsa que imita medios de comunicación conocidos (como El País, Forbes o RTVE).
- Se solicita registro con datos personales o incluso el ingreso de dinero.
En algunos casos avanzados, se usan deepfakes: vídeos falsos generados por IA donde el rostro del famoso parece hablar de verdad.
¿Qué riesgos conlleva?
- Para la víctima: pérdida de dinero, robo de identidad, exposición de datos bancarios.
- Para el famoso: daño reputacional, exposición involuntaria, ataques a su marca personal.
- Para empresas: si un directivo es suplantado, puede afectar la confianza de clientes o inversores. Además, una organización que comparte por error este tipo de contenido puede ser vista como poco fiable o cómplice involuntaria.
¿Cómo protegerte?
Tanto como usuario como empresa, hay medidas clave:
1. Sé escéptico: si parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente lo es.
2. Verifica fuentes: ¿la web es fiable? ¿La URL es legítima? ¿Hay errores evidentes en el texto?
3. No compartas sin contrastar: antes de reenviar un vídeo o noticia, piensa en el daño potencial si es falso.
4. Educa a tus equipos: forma a tu plantilla en ciberseguridad y verificación de la información.
5. Implementa medidas de protección de identidad digital en la empresa: especialmente si tienes portavoces, influencers o figuras públicas asociadas a tu marca.
Conclusión: en la era digital, la confianza también se falsifica
Las estafas con famosos funcionan porque tocan lo más humano: la confianza en alguien que admiramos o reconocemos. Pero detrás de cada imagen falsa hay un ciberdelincuente esperando obtener algo: tus datos, tu dinero o tu reputación.
Como empresa especializada en protección de datos y ciberseguridad, te invitamos a reflexionar: ¿tus empleados sabrían reconocer este tipo de amenaza? ¿Tu organización está preparada para responder si alguien suplanta a uno de tus directivos?