Las campañas de marketing online han sido todo un reto para muchas empresas durante los últimos años. No solo por adaptar sus objetivos empresariales de la mejor forma posible, sino también para conseguir una óptima medición de los resultados. Los términos dentro del e-commerce se han ido ampliando poco a poco: redes sociales, inbound marketing, big data, etc. A día de hoy, ha saltado a la palestra un nuevo concepto, el cognitive marketing.
Qué es el Cognitive Marketing
De poco sirve implementar una buena campaña de marketing bien sea en redes sociales o en cualquier otro medio de Internet, si a posteriori no se obtiene una buena medición y/o valoración de los resultados de la misma. No se trata solo de valores numéricos. El cognitive marketing va mucho más allá, abriendo nuevos horizontes como la comprensión de la mente humana.
[Tweet «El cognitive marketing se centra en la comprensión de la mente humana.»]
Se trata de saber por qué unos consumidores optan por unos productos determinados y otros, por lo contrario, se deciden por otras marcas. ¿Qué sucede en la mente de las personas a la hora de escoger qué comprar? Estudios científicos han determinado que la mayoría de las intenciones de compra no están planeadas de antemano. Es decir, se producen en el subconsciente y están basadas en emociones, sensaciones, pensamientos irracionales…
Conocer a nuestro consumidor
Anteriormente, con el marketing online se conocía al consumidor contabilizando el número de clics sobre una publicación, estudiando qué tipo de productos consumía en mayor cantidad… pero nadie sabía el porqué de su conducta. A día de hoy, una buena consultoría de marketing ha de ofrecer a las compañías la oportunidad de conocer a sus consumidores. Para ello, las empresas de marketing deben empezar a aplicar los principios del cognitive marketing para llegar a ese tipo de información.
No todo es cuestión de lo que se vende, sino también por qué se vende.