Las actualizaciones de programas y aplicaciones tienen una estrecha relación con la protección de datos. Los usuarios no las relacionan con la necesidad de adaptación a la LOPD o la LSSICE o con la oferta de servicios de auditoría y consultoría, pero los promotores de estos productos informáticos sí que tienen en cuenta normativas y protocolos de protección de datos, por cuestiones de seguridad.
Efectivamente, las actualizaciones que se requieren para que sigan funcionando correctamente determinadas prestaciones del ordenador o smartphone no forman parte, generalmente, de políticas lucrativas de los fabricantes. Es decir, se relacionan más con el concepto de ciclo de vida de un producto que con la denostada obsolescencia programada.
Existe mucho recelo al traspaso de información durante una actualización por miedo a que no se protejan adecuadamente los datos
Los productos informáticos los configuran personas y, por ese mismo motivo, tienen fallos. Por lo tanto, las actualizaciones permiten subsanarlos e introducir avances para que el servicio funcione tan correctamente como el primer día o que experimente mejoras. Además, no debe olvidarse que la posibilidad de actualizar el equipo es, en todo caso, voluntaria.
Aparte, otra funcionalidad asociada a las actualizaciones estriba en su carácter protector ante las amenazas que van gestándose y hacen vulnerables los dispositivos. Por ejemplo, los virus también se actualizan sistemáticamente, por lo que conviene poner al día el antivirus para hacer frente a estos problemas.
En este sentido, resulta fundamental informarse sobre las actualizaciones que deben instalarse. Principalmente, se podrá acceder a ellas mediante canales formales y sencillos, vinculados a los paquetes básicos de los dispositivos. De esta manera, además, se evita la posibilidad de engaño que los usuarios piratas utilizan para sugerir actualizaciones que, en realidad, infectan los dispositivos.
En definitiva, las actualizaciones de programas y aplicaciones deben contemplarse como medios para garantizar la protección y usabilidad de ordenadores y smartphones.