Vuelta al cole: Claves para proteger la privacidad en los centros educativos

La privacidad en centros educativos es un trabajo en equipo entre colegios y familias. Con un lenguaje claro, sentido común y cumpliendo la ley, es posible lograr que este nuevo curso sea seguro y respetuoso con la intimidad de nuestros menores. La vuelta al cole es una oportunidad ideal para revisar y reforzar estas medidas.

La vuelta al colegio no solo trae libros nuevos y horarios, sino también formularios y consideraciones sobre la privacidad de los alumnos. Los centros educativos manejan datos personales de menores (matrículas, calificaciones, fotos de actividades, etc.) a diario. Proteger esta información es fundamental para garantizar la seguridad y el respeto a la intimidad de niños y familias, cumpliendo además con la normativa de protección de datos vigente.

Nos esforzamos por proteger a los menores en Internet pero el mundo digital se encuentra, en la actualidad, totalmente integrado también en la vuelta al cole, desde el uso de dispositivos móviles en colegios, hasta la toma de fotos a alumnos por parte de los profesores. 

Por ello, es importante recordar cuáles son los puntos claves de la protección de datos en esta época en la que se inicia un nuevo curso. 

La privacidad en el entorno escolar: ¿Qué dice la ley?

En Europa y España existen reglas claras para salvaguardar los datos de los menores en los colegios. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos española establecen que cualquier tratamiento de datos personales de alumnos debe tener una base legal adecuada. Por ejemplo, el colegio puede tratar los datos necesarios para la educación sin pedir consentimiento en cada caso, ya que está amparado en su función educativa o en el interés público de la enseñanza. Eso sí, siempre se debe informar de forma clara y accesible a las familias sobre qué datos se recogen, con qué finalidad y quién es el responsable del tratamiento. 

Un punto importante es la edad del menor: según la ley española, los menores de 14 años no pueden dar por sí solos su consentimiento para el uso de sus datos, por lo que debe ser otorgado por sus padres o tutores. A partir de los 14, el propio adolescente podría consentir ciertos tratamientos, aunque conviene involucrar igualmente a sus familias. 

Por último, cualquier uso de datos que vaya más allá de lo meramente educativo (por ejemplo, publicar la foto de un alumno en la web del centro o redes sociales) requerirá consentimiento expreso de los padres o del propio alumno si ya tiene 14 años. En otras palabras, el colegio debe pedir permiso para esas finalidades adicionales y respetar la decisión de las familias.

Consejos para centros educativos:

  • Transparencia desde el inicio: informar a las familias, en un lenguaje sencillo, de qué datos se recogen, con qué finalidad y quién es el responsable.
  • Consentimiento para usos no educativos: cualquier publicación de imágenes o difusión fuera del ámbito escolar debe contar con autorización expresa y diferenciada.
  • Formación del personal: docentes y administrativos deben recibir pautas claras sobre confidencialidad, uso de documentos y protección de expedientes.
  • Uso de herramientas seguras: emplear plataformas educativas oficiales y canales corporativos, evitando mensajerías personales que no garantizan privacidad.
  • Seguridad en la custodia de la información: guardar expedientes en lugares seguros, limitar accesos al personal autorizado y eliminar la información cuando deje de ser necesaria.

 

Consejos para familias: 

  • Leer con atención los formularios: Conocer qué datos maneja el colegio, para qué se usan y a quién dirigirse en caso de dudas.
  • Decidir sobre las imágenes: Reflexionar antes de autorizar el uso de fotos o vídeos; es un derecho negarse sin repercusión en la escolarización.
  • Educar en privacidad digital: Enseñar a los hijos a no compartir datos ni fotos de otros compañeros sin permiso, y a pensar antes de publicar en redes.
  • Compartir con precaución: Al grabar o fotografiar en eventos escolares, hacerlo en entornos privados y no difundir imágenes de otros niños sin consentimiento.
  • Participar activamente: Conocer las plataformas y aplicaciones que usa el centro, revisar sus ajustes de privacidad y aprovechar los recursos gratuitos de AEPD e INCIBE para acompañar mejor a los hijos en el uso seguro de la tecnología.

La privacidad en centros educativos es un trabajo en equipo entre colegios y familias. Con un lenguaje claro, sentido común y cumpliendo la ley, es posible lograr que este nuevo curso sea seguro y respetuoso con la intimidad de nuestros menores. La vuelta al cole es una oportunidad ideal para revisar y reforzar estas medidas. Siguiendo las recomendaciones mencionadas –y apoyándonos en fuentes fiables como la AEPD o INCIBE–, podremos proteger los datos de nuestros niños mientras disfrutan y aprenden, garantizando así una educación de calidad con privacidad incluida. ¡Feliz inicio de curso y a por un año escolar seguro!

Share: