Las pantallas inundan nuestra vida, el móvil está siempre en nuestro bolsillo, bolso o sobre la mesa y, con semejante presencia, hay que poner barreras para que el trabajo no se cuele en nuestra vida privada. Para defender este derecho existe la desconexión digital, no solo una cuestión de bienestar, sino también una medida clave para proteger nuestros datos personales y la seguridad de la información.
¿Alguna vez has sentido que tu jornada laboral nunca termina? ¿Que el móvil del trabajo vibra incluso durante la cena o el fin de semana? Esto no solo te ocurre a ti. Por desgracia es más común de lo que debería.
¿Qué es la desconexión digital?
La desconexión digital es el derecho que tiene una persona a no responder correos electrónicos, mensajes o llamadas de trabajo fuera del horario laboral. Aunque a primera vista puede parecer una cuestión de sentido común e incluso sólo una cuestión de conciliación, tiene un fuerte vínculo con la protección de datos y la ciberseguridad.
Piensa en esto: cuantas más horas usamos nuestros dispositivos para asuntos laborales, más oportunidades hay para que se produzcan errores, despistes o brechas de seguridad. Fatiga, urgencia, distracciones… todo ello multiplica los riesgos.
¿Por qué es importante desde la perspectiva de protección de datos?
- Menor exposición, menos riesgo
Cuando extendemos nuestras horas de conexión, estamos utilizando herramientas y plataformas fuera de los entornos seguros de la empresa. Esto implica mayor exposición a conexiones inseguras, dispositivos personales sin protección y descuidos que pueden poner en riesgo información confidencial. - Privacidad personal y profesional
La desconexión también protege los límites entre la vida laboral y la personal. Si un empleado responde a correos desde su móvil personal, ¿quién protege esos datos? ¿Está la empresa cumpliendo con el RGPD si se comparte información confidencial en un entorno no controlado? - Cumplimiento normativo
En España, la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales reconoce expresamente el derecho a la desconexión digital, exigiendo políticas internas claras.
Buenas prácticas para empresas y trabajadores
- Establecer políticas internas claras sobre desconexión digital, firmadas y conocidas por toda la plantilla.
- Configurar respuestas automáticas fuera del horario laboral y evitar el envío de correos a deshora.
- Usar dispositivos corporativos bien configurados, y no personales, para temas laborales.
- Formar al personal en protección de datos y concienciación digital, incluyendo este derecho como parte de la seguridad de la información.
Cuidar la desconexión también es cuidar los datos
La desconexión digital no va de trabajar menos, sino de trabajar mejor, con mayor seguridad y respeto a la privacidad de todos. Es una forma de proteger tanto a las personas como a la organización, evitando errores por saturación o malas prácticas digitales.
Además, saltarnos este derecho puede conllevar sanciones, como la inflingida a una empresa por incluir a una trabajadora durante sus vacaciones en un grupo de WhatsApp laboral. El estatuto de los trabajadores es claro y propone multas para mantener a raya a las compañías a la hora de perturbar el descanso de los empleados.
Estamos en pleno periodo de vacaciones y de jornadas de verano y teletrabajo. Ahora más que nunca es importante respetar un tiempo de calidad a la vez que protegemos la seguridad digital.
Una buena forma de evitar en estos malos hábitos, es estar preparados con una política de desconexión digital o una buena asesoría para respetar nuestro ocio.