Con la globalización de los mercados en los que funcionan las empresas, el marco en el que operan se ha ido complicando hasta hacer del compliance una herramienta fundamental para poder desarrollar la actividad comercial con éxito. Con su colaboración, tu negocio será capaz de funcionar respetando los marcos reguladores de cada mercado y con unas prácticas éticas adecuadas.
Cómo aplicar el compliance al marketing
En el área del marketing, esta herramienta interviene para asegurarse de que todos los mensajes, eventos y comunicaciones siguen la legislación del país en el que se lanzan. Esto es especialmente delicado cuando la empresa opera en distintos mercados con regulaciones diferentes.
Los mensajes que emites en tus comunicaciones son habitualmente la primera impresión que ofreces a los clientes potenciales. Si el contenido de tu copy es incorrecto o genera una mala impresión, tu marca se verá perjudicada y debilitará su percepción por parte del mercado en el que quieres entrar. Puede ser que incluso incumplas alguna normativa o te genere algún problema legal que dé lugar a escándalos legales, juicios e incluso multas.
El compliance no debe intervenir exclusivamente en acciones como la publicidad y la comunicación directa, sino también en cómo se transmite el mensaje corporativo en los niveles más elementales de las empresas, como serían los call centers, las acciones de telemarketing o el servicio de atención al cliente. Es fundamental que el control de la comunicación intervenga para asegurar que el mensaje corporativo se transmite de forma correcta y homogénea en todos los eslabones de la cadena, independientemente del canal.
Para asegurarte que emites un mensaje adecuado a todos los niveles, no es necesaria una intervención constante, sino que simplifiques los procesos a través de la automatización y estandarización. De esta manera la toma de decisiones se simplifica, se ofrece una voz unificada y se reducen las posibilidades de cometer errores.
La ética en las campañas de marketing
No obstante, el servicio debe ir más allá de la legalidad y profundizar en que la comunicación se realice de forma ética y respetuosa con todos los mercados en los que tu empresa opera. Cuestiones como la igualdad, el racismo y la discriminación por razones de género o identidad sexual son miradas a día de hoy con lupa por unos consumidores que demandan empresas cada vez más responsables.
Errores en la gestión de la comunicación de las campañas de marketing han generado crisis de comunicación con una enorme repercusión. Por ejemplo, Dolce & Gabanna lanzó una campaña para comunicar su desfile en China donde se veía a una modelo asiática intentando comer comida italiana con palillos. Esto ofendió a la población del país, que se movilizó y no solo terminó con la cancelación del evento, sino con un boicot a la marca que le costó pérdidas millonarias.
Evitar este tipo de incidentes tiene una mayor importancia cuanto más grande sea la presencia digital de la empresa. Debido a la facilidad con la que se comparte y se propaga la información, tener una crisis de comunicación en cuestión de segundos es cada día más fácil.
Escándalos como las políticas sexistas de Nike con sus atletas han dado la vuelta al mundo en pocas horas, y requieren de un importante esfuerzo por parte de las empresas, para evitar crisis mayores que desemboquen en un boicot de consumo y perjudiquen la relación con el cliente.
En resumen, el compliance es una herramienta cada vez más necesaria en un mundo digital y globalizado, donde la información se propaga rápidamente. Para realizarlo con éxito es fundamental que tengas un estricto control del mensaje y estandarices las comunicaciones en todos los eslabones que participan en las relaciones con clientes y socios comerciales.
