Más del 80 % de los bebés, incluso menores de seis meses, ya tienen fotos colgadas en redes sociales o en Internet. Incluso sobrepasa el 5 % la situación de que un niño que no ha cumplido aún los dos años disponga de un perfil en Facebook o de un correo electrónico propio. Desde Gesprodat creemos que esta exposición es alarmante y tiene numerosos riesgos.
¿Qué es el sharenting?
Los padres están compartiendo los momentos más íntimos de la vida del niño con los demás, sin tener en cuenta cuál será su voluntad futura. Con el auge de las redes sociales en los últimos veinte años y el crecimiento exponencial de los usuarios que participan en ellas, que hoy ya son más de mil millones en todo el planeta, se ve natural compartir la información privada.
Muchas personas que han crecido con el boom de Internet ahora están disfrutando de su paternidad o maternidad y ven normal compartir la información de sus hijos en Internet.
El sharenting, en consecuencia, es un término que ha surgido en base a dicho fenómeno. En el concepto se mezcla el verbo compartir en inglés (sharing) con el verbo criar (parenting). Es una realidad tan tangible compartir información de los hijos en Internet que la palabra está desde 2016 recogida en el diccionario Collins en los países anglosajones. El problema principal, en definitiva, es estar configurando la identidad digital del menor sin su consentimiento.
¿Cuál es la media de publicación de fotos de bebés en redes sociales?
Lo normal en nuestros días es que padres y madres publiquen al año alrededor de 300 fotografías sobre sus hijos. Así lo muestra el estudio Share With Care publicado en 2016. Asimismo, todo nos indica que esta media irá subiendo. Lo que se trata es de informar del profundo desconocimiento que se tiene de los ajustes de privacidad que existen en las redes sociales.
Por tanto, se advierte de que publicar información propia y también de los hijos, que es una cuestión más sensible, está acompañado de una falta completa de seguridad sobre quién está accediendo realmente a esos contenidos.
¿Por qué es peligroso?
Hay muchas razones por las que podemos decir que publicar fotos de bebés en redes sociales es peligroso (no solo de bebés, de menores en general). A continuación, detallaremos algunos peligros concretos como la publicidad, la depravación sexual o los memes. Lo que es seguro es que la situación está llamando a padres y madres a hacer un esfuerzo para enseñar un uso seguro y responsable de las redes a las nuevas generaciones.
Por ejemplo, «Por un uso love de la tecnología» es un proyecto que trata de concienciar tanto a jóvenes como a mayores, así como de advertir de fenómenos tan perjudiciales como el sexting, el cyberbullying o la dictadura del Like. Además, una campaña de Orange está advirtiendo sobre los riesgos de la sobreexposición en las redes de la información de los menores.
Una foto, un vídeo de niños o preguntar sobre consejos en relación con la mala conducta del pequeño puede acarrear graves consecuencias para el futuro. Ya es una realidad que con el volumen de información y la rapidez con la que circula los riesgos no paran de multiplicarse.
¿Cuáles son los peligros concretos del sharenting?
Hasta ahora hemos contado lo peligroso que es compartir fotos de bebés en redes sociales. Pero hay peligros concretos que no deben pasar por alto. Veamos.
1. El robo de identidad
Cuando se comparten fotos de los hijos en la red y además se añaden detalles como el nombre, la edad o la ubicación, se está facilitando el robo de identidad de ese bebé o menor.
2. La reputación digital
El hecho de pedir inocentemente consejos sobre nuestros hijos (por ejemplo, sobre sus circunstancias académicas, los problemas de salud o su conducta) podría tener consecuencias futuras negativas en su vida profesional y personal.
3. Ser objeto de memes
Bebés, menores de edad y adultos, todos podemos ser víctimas de los famosos memes que ridiculizan nuestra reputación y dañan nuestro honor. Además, con estos montajes fotográficos podrían acabar sufriendo el temido bullying.
4. Depredadores sexuales
Una foto en Internet puede transmitirse indefinidamente y caer en manos equivocadas. Por ejemplo, las de un pederasta. Estas personas se mueven anónimamente en las redes para conseguir sus objetivos.
5. Uso para fines publicitarios
Este riesgo siempre está ahí, pues una foto pública puede ser usada por empresas con fines publicitarios. Y eso no es ilegal, ya que solemos aceptar este tipo de condiciones de privacidad sin haberlas leído previamente.
Los datos son alarmantes y nos indican que la generación en la que vivimos está cada vez más sometida a la exposición pública, se reconozca o no. Con las fotos en las redes sociales los padres están creando en Internet una huella digital de sus hijos sin su permiso, con todo lo bueno y lo malo que puede suponer, sobre todo, desgraciadamente, esto último.