Este mes de diciembre, el Parlamento Europeo aprobó su primera ley de inteligencia artificial. Ello ha supuesto uno de los principales hitos de la presidencia española, que concluye junto con el 2023. Pero ¿qué implicaciones ha tenido esta nueva regulación? ¿Hasta dónde se pretende avanzar y normalizar su uso? En Gesprodat, consideramos que es importante que conozcas esta información.
La Unión Europea, ante el reto de regular el uso seguro de la IA
El uso seguro de la IA lleva varios años suponiendo una fuente de problemas para las instituciones judiciales. De hecho, ha obstaculizado investigaciones por la falta de un marco jurídico adecuado. Prueba de ello es el comunicado de prensa n.º 105/22 acerca de la sentencia C-817/19.
Las medidas aprobadas en distintos aeropuertos europeos para prevenir atentados terroristas implicaron el empleo de reconocimiento facial basado en machine learning. Esta tecnología de aprendizaje automático requiere la utilización de inteligencia artificial para la identificación rápida de personas y la verificación de sus documentos oficiales. Sin embargo, el Alto Tribunal prohibió esta práctica al considerar que eran capaces de actuar y modificar sus parámetros «sin intervención y control del hombre».
Esta ha sido, precisamente, la parte conflictiva de esta tecnología. La imposibilidad de no dirimir con precisión qué acciones son negligencia humana y cuáles no dificultaba su implementación. Es más, tampoco quedaba claro a quién correspondía la responsabilidad civil en estos casos. ¿A quien la desarrolló? ¿A quien la utilizó? Más preguntas que respuestas.
Lo cierto es que, vista la sentencia anterior, podemos reflexionar acerca de si se ha llegado a tiempo. El propio Parlamento Europeo reconoció que una legislación en este sentido contribuiría a «garantizar la salvaguarda del interés público y establecer un marco de confianza para la ciudadanía europea». Eso sí, cuando lo hizo, todavía quedaban tres años para aprobarla.
Así es la primera ley de inteligencia artificial de la UE
La norma IA UE (denominada Artificial Intelligence Act por el proceso que condujo a su implantación) supuso un hecho inédito. La Unión Europea es la primera región del planeta en regular esta tecnología mediante un texto legislativo. De hecho, ha abierto las puertas a que países extracomunitarios, como Estados Unidos, se planteen lo mismo.
El objetivo es garantizar la responsabilidad en su uso y proteger los derechos digitales. ¿Cuáles son las principales novedades que incluye? Las hemos clasificado en tres puntos que nos ayudarán a ilustrarte su alcance. Es previsible que estos sean ampliados o matizados con las transposiciones que aprueben los 27 países miembros, como el nuestro:
- Limitaciones en el empleo de la inteligencia artificial en contextos considerados como «sensibles». Entre ellos, el financiero, el sanitario o los procesos electorales.
- Creación de la primera Oficina de IA de la Unión Europea, una entidad especializada que vigilará la utilización de esta tecnología en empresas, sociedades y personas de la región.
- Regulaciones en el uso de la inteligencia artificial en medios de reconocimiento biométrico, incluso por parte de las instituciones públicas y con fines de seguridad ciudadana.
Por otro lado, se aprueba un paquete de medidas sancionadoras para evitar que las empresas recurran a este avance de manera inadecuada. Es lo que intentó hacer Meta, a la que la UE prohibió trazar datos personales de sus usuarios para dirigir publicidad. Desde ahora, acciones como estas se multarán hasta con el 7 % del volumen total de negocio.
Estas son las principales conclusiones que podemos extraer sobre la primera ley de inteligencia artificial. Está claro que la Unión Europea marca un precedente muy importante que, de todos modos, puede ser matizado con las elecciones comunitarias que se celebrarán en junio de 2024. Mientras tanto, es la actualidad jurídica sobre una novedad tan relevante como esta.