Cómo cuidar la privacidad digital

¿Cómo aumentar la privacidad digital en Internet?

Desde Gesprodat siempre recomendamos aumentar los conocimientos sobre privacidad digital. No en vano, las personas cada vez pasan más tiempo en Internet y dejan en él una huella personal mayor. El teletrabajo, la creciente actividad en las redes sociales y la falta de concienciación incrementan los peligros a los que te expones.

¿Qué puede ocurrir si no proteges tu privacidad personal?

Desconocer los riesgos o minusvalorar sus posibles consecuencias nos coloca en una situación de indefensión cierta. Si no aprendes a proteger la privacidad, lo acabarás lamentando. ¿Qué harías si te roban los datos del móvil?

Los ciberdelincuentes también usan la Red y sus satélites. Muchos acceden a ella, precisamente, para delinquir y aprovecharse de tu huella digital en Internet. Buscan encontrar oportunidades y aprovecharlas en su beneficio.

Las conductas irresponsables o descuidadas te convierten en lo que persiguen. ¿Conoces estos ciberdelitos y ciberabusos?:

  • Phishing. Consiste en robar contraseñas y credenciales. Suele usarse un correo electrónico, aparentemente de confianza, que te pide hacer una acción concreta importantísima. Al efectuarla, proporcionas tus datos y quedas a su merced.
  • Estafas amorosas o económicas. Los ciberestafadores utilizan la información publicada en Internet para crear perfiles irresistibles con los que seducirte. Después, aplican su estrategia personalizada hasta desplumarte.
  • Suplantaciones de identidad. Con muy diversos objetivos, los delincuentes pueden hacerse pasar por ti. Antes de hacerlo, eligen sus objetivos según los datos publicados y se basan en ellos para tejer sus planes delictivos.
  • Otros peligros cibernéticos. A menudo, las fotografías, informaciones y datos generados por tu huella digital en Internet pueden convertirte en objetivos criminales. O facilitar posibles planes delictivos.

4 consejos prácticos para proteger tu privacidad digital

Una vez sensibilizados con esta peligrosa realidad, tienes que aprender a protegerte. Para ello, es fundamental adoptar medidas de prudencia y aplicarlas siempre. Merece la pena asumir algunas pequeñas molestias para garantizar tu seguridad y la de los tuyos.

Filtra la información personal que publicas

¿Qué te parecen estos dos ejemplos? Si compartes en las redes sociales tu calendario de vacaciones, los ladrones tienen claro cuándo acceder a tu casa; si mencionas o haces fotografías del colegio de tus hijos y alguien quiere hacerte daño, se lo estás poniendo fácil.

A menudo, por el afán de alardear en modo postureo se mide las consecuencias de las publicaciones. Plantéatelas en cada post.

Ten cuidado con la nube

Sé especialmente prudente al compartir material crítico, como el pasaporte o los datos de tu tarjeta bancaria. También puede suceder, aunque no lo hagas a conciencia. Basta con que subas datos o imágenes privados a ciertas plataformas digitales para que se queden en tu teléfono. Y, sin darte cuenta, pueden acabar en la nube, a disposición de casi todos.

Utiliza contraseñas complicadas

Ciertamente, la proliferación de ellas dificulta su recuerdo, pero es fundamental hacerlo. Si las creas muy sencillas o las repites siempre, no es tan difícil descubrirlas. Aunque parece un poco primitivo, anotarlas y guardarlas en un lugar oculto es un sistema apropiado para crearlas difíciles y recordarlas.

Cierra las sesiones

Hazlo siempre al abandonar las redes sociales o las aplicaciones bancarias. Sobre todo si empleas ordenadores compartidos o alguna wifi abierta.

El principal consejo para cuidar tu privacidad digital es aplicar el sentido común. Actúa, básicamente, con las mismas precauciones que lo haces en la vida real. La realidad digital no es diferente; tan solo, quizás, más peligrosa.

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