Todos los usuarios tienen derecho a inscribirse en la lista Robinson de exclusión publicitaria. Se trata de un fichero a través del cual puedes oponerte a recibir comunicaciones comerciales por parte de empresas de marketing directo. Así lo especifica el Reglamento General de Protección de Datos en su artículo 21. ¿No sabes cómo funciona este sistema? Como expertos en la protección de datos, te explicaremos cómo y, además, aclararemos a cuánto asciende la multa por no cumplir con los deseos de los sujetos cuyos nombres aparecen en ella.
Lista Robinson de exclusión publicitaria
El artículo 23.4 de la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) es muy claro. En concreto, afirma que aquellas empresas que quieran ejercer comunicaciones de mercadotecnia directa, están obligados a consultar previamente los sistemas de exclusión publicitaria. Actualmente, la lista Robinson es la más popular de todas entre los usuarios y consumidores.
Sin embargo, este no es el único precepto legal sobre el que se constituye este fichero. También debemos hablar del artículo 48 de la Ley General de Telecomunicaciones, que indica que los usuarios finales de los servicios de comunicaciones electrónicas tienen varios derechos al respecto. Por ejemplo, a no recibir llamadas automáticas sin intervención humana si no han prestado previamente su consentimiento.
Dicho esto, la lista Robinson es un conjunto de directorios destinados a permitir que los particulares se libren del acoso publicitario llevado a cabo por multitud de empresas de marketing directo a través de llamadas telefónicas, SMS o correo electrónico. Cualquier persona puede expresar a través de ella su voluntad de dejar de recibir publicidad mediante cualquiera de estas vías.
En España, la lista Robinson más popular es la creada por la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo (FECEMD) en el año 1993. En estos momentos, su gestión corresponde a la Asociación Española de Economía Digital.
Multas por incumplir la lista Robinson
A pesar de lo dicho anteriormente, hay empresas de mercadotecnia directa que no tienen en cuenta la lista Robinson. De hecho, siguen poniéndose en contacto indiscriminadamente con los usuarios, aunque estos hayan decidido registrarse en ella.
Un buen ejemplo nos lo ofrece un usuario anónimo, que en julio de 2021 recibió dos llamadas publicitarias. En lugar de colgar el teléfono y dedicarse a otras cosas, presentó una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Llevaba en la lista Robinson desde 2018, así que la empresa había cometido una acción ilícita.
Tras analizar esta reclamación, la AEPD confirmó que el usuario estaba en la lista Robinson e inició un procedimiento sancionador contra la empresa de marketing directo. ¿El resultado? Una multa de 10 000 euros por llevar a cabo esas dos llamadas comerciales, es decir, 5000 euros por cada una. Quizá parezca una cantidad reducida, pero imagina que todos los usuarios con derecho a ello presentarán la misma denuncia. La cifra podría llegar a ser astronómica.
Incumplir la protección de datos tiene un coste
En la actualidad, muchas empresas de marketing directo siguen sin tener en cuenta los registros de exclusión publicitaria, como la lista Robinson. Sin embargo, se trata de un grave error. En Gesprodat siempre incidimos en la importancia de respetar a los usuarios inscritos en ella, ya que pueden presentar una reclamación ante la AEPD que derive en una sanción muy importante en términos económicos.
