El metaverso y la privacidad de datos cada vez tienen una relación más evidente. Este nuevo mundo virtual está cobrando forma a un ritmo vertiginoso y, en breve, estará formando parte de nuestra vida diaria. En Gesprodat lo estudiamos de cerca.
A qué llamamos metaverso
Esta tecnología está dando sus primeros pasos, pero va a cambiar la forma que tenemos de relacionarnos. Este término, todavía tan novedoso, hace referencia a los mundos virtuales que quiere llevar a cabo la red social Facebook. De hecho, el metaverso tendrá importantes consecuencias para la privacidad de los usuarios, ya que incluso cuando no te encuentres dentro de la plataforma, los demás participantes, así como las propias empresas creadoras, seguirán interactuando y conociendo información sobre ti.
Pero la plataforma ideada por Meta no es única. Videojuegos como Fortnite también tienen su propio metaverso, en el cual los usuarios interactúan entre sí y tienen la oportunidad de disfrutar de conciertos y actuaciones en directo a través de sitios virtuales desarrollados a tal efecto.
Para las empresas, este nuevo universo virtual abre muchas posibilidades, puesto que pueden aprovecharlo para vender sus productos, aunque no sea físicamente.
Principales riesgos del metaverso para la privacidad de datos
La Agencia Española de Protección de Datos se ha mostrado preocupada por la elevada demanda de datos personales que los desarrolladores recaban a la hora de dar de alta un nuevo usuario en el metaverso. El problema no tiene relación únicamente con la información personal, como el nombre de usuario, la fecha de nacimiento o la ciudad de residencia. También los datos digitales son una preocupación mayúscula.
En muchas ocasiones, para ofrecer una experiencia más realista, aspectos como la posición política y la situación económica son habituales. También las tendencias sexuales forman parte de la información que los usuarios proporcionan a estos servicios. Por último, no hemos de olvidar que resulta fundamental proteger a los menores de su exposición a estos entornos.
¿Existen limitaciones en el metaverso?
El hecho de proyectar la vida personal en internet hace que las fronteras entre el mundo real y virtual se diluyan. Hasta ahora, los usuarios tenían cierta interacción a través de las redes sociales. Llevar esto a un lugar más completo e intrusivo puede hacer que la situación cambie. Quizás pienses que eso es algo positivo, sin embargo, ofrecer tantos datos puede ser contraproducente.
Sobre todo, porque no se sabe exactamente cómo tratarán las empresas esa valiosa información digital que los usuarios cederán al aceptar las condiciones de uso del metaverso. La divulgación de todos esos gustos y tendencias a colaboradores externos puede reportar grandes beneficios a las compañías, pero no así a los afectados.
La única forma de protegernos frente a estas prácticas es mediante un control exhaustivo por parte de las agencias encargadas, en este caso la AEPD.
¿Podrían otros usuarios vulnerar nuestra propia privacidad?
Otro riesgo inherente a este contexto es el relativo al acoso digital. Las redes ya han demostrado ser un entorno hostil en este sentido. El metaverso podría llevar esos problemas un paso más allá. Desde el momento en el que cualquier persona se registra y elige un avatar, puede estar sujeta a discriminación por el sexo, el color de piel o las tendencias de su propio avatar. Además, vigilar a otros hasta el punto de acosarles debe ser una línea roja que las plataformas no pueden consentir.
Como has podido comprobar, el metaverso y la privacidad de datos tienen una relación estrecha que debe tenerse en cuenta a la hora de dar de alta una cuenta en este mundo paralelo virtual. Todavía hay aspectos que hay que conocer mejor para hacer una valoración clara, pero lo que sí sabemos es que el riesgo de vulnerar la privacidad es real.
