La ciberdelincuencia no ha hecho más que aumentar en nuestro país en los últimos meses. En 2021, se llevaron a cabo un total de 40 000 ciberataques, lo que supone un incremento de hasta el 125 % respecto al año anterior. Por ello, desde Gesprodat queremos explicarte el valor de la doble autenticación y la firma electrónica para la protección de datos de carácter personal.
Qué es la autenticación de dos factores y cuál es su importancia
Se lleva a cabo mediante un código de un solo uso (OTP). Es una forma muy sencilla de autentificarte, siendo capaz de reducir drásticamente las posibilidades de fraude. Además de tener que introducir un nombre de usuario y una contraseña, como en la mayoría de los sistemas de acceso, también tendrás que introducir un código que recibirás en tu teléfono móvil. Se trata de códigos que son únicos para cada usuario y dispositivo.
Esto constituye un gran paso adelante para cualquier tipo de organización financiera, sanitaria o de otros sectores. Este tipo de empresas gestionan una gran cantidad de datos de carácter personal, por lo que una fuga supondría que estos datos quedarían expuestos.
Los elementos que combinan este tipo de autenticación
A la hora de desarrollar un sistema de autenticación de dos factores, se usan dos de estos tres factores. Son los siguientes:
- Conocimiento: Se utiliza algo que ya sabes y que has creado tú mismo. Puede ser un usuario o una contraseña, así como la respuesta a una pregunta de seguridad.
- Posesión: Algún objeto que tengas en tu poder, como puede ser un teléfono móvil. A través de un código de verificación, es posible cerciorarse que el que está intentando acceder a la sesión eres tú.
- Inherencia: Finalmente, algo que es propio de tu cuerpo, como la voz, la huella dactilar o el reconocimiento facial.
En este sentido, cuando vas a llevar a cabo una transferencia bancaria o a autorizar una compra por Internet, se aplican estos principios. Inicialmente, para entrar a la app de tu banco, tendrás que incluir tu huella dactilar o bien incluir un usuario y una contraseña. Uno de los dos es el primer requisito para acceder. Posteriormente, para confirmar la transferencia, será necesario el código de verificación.
No es lo mismo que la autenticación en dos pasos
Aunque pueda parecer muy similar, no coincide con la autenticación en dos pasos. En estos casos, deberás llevar a cabo dos pasos para poder acceder a un sitio web. Por ejemplo, primero tendrás que introducir un usuario o una contraseña y, después, un código de verificación en tu teléfono móvil. En este caso, como usuario, no tendrás toda la información que necesitas para poder acceder. Deberás esperar a que te llegue para completar el proceso. En cambio, la de dos factores significa que deberás introducir dos de los tres factores explicados anteriormente para verificar tu identidad.
La firma digital es otro de los recursos que tienes a tu disposición, un gran paso para garantizar la ciberseguridad. Encripta cualquier tipo de documento, siendo capaz de garantizar que es auténtico y que es recibido por el remitente real. La identificación de cualquier firmante, así como la eliminación del papel, supone una traducción en seguridad. Obviamente, es un paso adelante también en calidad de vida y para el medio ambiente que puedas autenticar tu firma.
Como conclusión, la inclusión de la autenticación de dos factores representa un factor clave para garantizar la protección de datos real. El crecimiento de los ataques cibernéticos en los últimos meses obliga a tomar medidas que garanticen tu seguridad cuando navegas por Internet y accedes a cualquiera de tus datos sensibles.