Uno de los servicios que proporcionamos en Gesprodat es la auditoría compliance. Ahora bien, ¿sabes a qué nos referimos? El primer concepto que debes tener claro es, precisamente, el que le da nombre. Compliance, cumplimiento normativo en español, alude a la tarea que asumen las empresas para garantizar que cumplen las normas, tanto interna como externamente.
Todas las compañías precisan conocer, diseñar e implementar aquellas políticas y procedimientos que les permitan realizar su actividad de acuerdo a la legalidad vigente. Además, no lo olvides, deben ser coherentes con sus políticas internas, impulsando el más estricto cumplimiento en ambas facetas de cada uno de sus directivos, empleados… y colaboradores vinculados.
Si quieres saber más a este respecto, la entrada 10 normas de compliance para empresas que debes conocer te ilustrará al respecto.
Fases de una auditoría de cumplimiento
Pero ¿qué es una auditoría compliance? Es una labor que se encarga a una organización externa, imparcial, objetiva, especializada e independiente. ¿Su objetivo? Evaluar el nivel de implantación, la efectividad y el correcto funcionamiento del programa de compliance con que cuenta la empresa en cuestión. Asimismo, analiza la situación actual de la organización en ese ámbito y la cultura existente de cumplimiento.
En pocas palabras, una auditoría de cumplimiento establece hasta qué punto la compañía está obrando de acuerdo a la legalidad que le afecta, en qué está acertando y en qué no.
Las áreas fundamentales que comprende son tres: planes de cumplimiento, buen gobierno y responsabilidad social corporativa. Porque, cada vez más, el compliance va más allá de la legalidad y asume también las obligaciones morales. ¿Te suena bien este aspecto?
Consideraciones principales en la auditoría de cumplimiento
Si has encargado una de ellas, obtendrás valiosa información sobre estos ámbitos:
· Compliance y dirección de la empresa: intereses, normas y objetivos.
· Ética empresarial. Cómo impulsarla para mejorar el funcionamiento global.
· Labor jurídica. Aciertos y puntos de mejora.
· Peligros de incumplimiento. Definición de lagunas y planes de mejora.
· Diseño de nuevos programas.
· Medición de avances y establecimiento de nuevos objetivos.
· Comunicación de desatenciones y denuncias.
· Identificación de oportunidades y amenazas en cumplimiento.
· Creación de políticas de actuación eficaces, claras y viables.
· Conocimiento y supervisión de las leyes.
Como ves, son muchas las áreas de estudio y actuación que una auditoría compliance debe abordar. Pero no pierdas de vista el bosque, fijándote en los árboles. ¿Estamos cumpliendo con toda la legalidad vigente? ¿Y con nuestros compromisos internos? ¿Cómo podemos mejorar este cumplimiento? Estas son las claves.
Auditoría compliance y auditoría interna
A través del cumplimiento, las empresas persiguen promover una cultura ética y responsable en sus organizaciones y actuaciones. Actualmente, los mercados y los clientes están cada vez más sensibilizados con la ética corporativa. ¿Tú también castigas a las marcas que asumen comportamientos insolidarios o pseudoéticos? Cada vez somos más los que lo hacemos.
Hasta ahora, la auditoría interna y la de cumplimiento se han considerado independientes y, en ocasiones, en conflicto. Pero esto está cambiando. Fundamentalmente porque, en realidad, ambas valoran y buscan potenciar la calidad, fiabilidad, eficiencia y responsabilidad social de la empresa. En una sola palabra, sus valores. Unos valores que son, precisamente, los que la hacen diferente y preferida frente a las demás.
El bien común, la buena marcha de la empresa y la aportación a la sociedad dependen por igual del diagnóstico adecuado de ambas auditorías. Por eso, sin renunciar a la especialización que ambas exigen, el futuro cercano implica que la auditoría interna y la auditoría compliance se reforzarán siempre. ¡Ambas movilizarán y motivarán a la empresa para trabajar colaborativamente en beneficio de todos!
