Las consultorías de compliance nos dedicamos a la formación en buenas prácticas que sirvan para prevenir riesgos legales. Si no se informa de estos riesgos ni se propone un comportamiento ético como empresa, es probable incurrir en delitos o situaciones que generen mala reputación.
¿Qué formación en buenas prácticas debes asegurar?
Los profesionales de esta disciplina formaremos a tus empleados en la prevención de irregularidades y en la aplicación de buenas prácticas empresariales. Puede hacerse utilizando distintas herramientas de apoyo y metodologías teórico-prácticas.
La primera tarea es una introducción para los líderes de las organizaciones, ya que ostentan la responsabilidad y las tareas propias de liderazgo. Luego deben realizarse talleres con empleados y colaboradores para difundir la importancia del código corporativo.
También hay otras modalidades, como el mentor, que acompaña a empleados en casos prácticos diarios, o la formación online, muy extendida en las grandes empresas.
¿Cómo debe ser esta formación?
Debe realizarse a la medida de las competencias de cada empleado. Estos atributos deben estar reglados en el programa y ser prácticos y aplicables. Es necesario que cobren relevancia aquellas tareas más cotidianas. Además, estas prácticas deben ser transversales y estar actualizadas para poder ser utilizadas en el día a día desde distintas perspectivas y en diferentes ámbitos.
¿Quién debe formarse en gestión del compliance?
Hoy en día se trata de una habilidad muy valorada en el mundo empresarial, por lo que cualquier trabajador podría aprender estas técnicas para mejorar su currículum.
Está dirigido a quienes trabajen en empresas de cualquier tamaño. Cada una de ellas deberá ser precavida con las diferentes normativas, pero necesitan tener estos conocimientos.
Piensa también en las empresas de sectores fuertemente regulados, ya que, en estas, la posibilidad de incurrir en alguna ilegalidad es mayor.
Otros entes, como las ONG o las empresas públicas, también deberían asegurar conocimientos regulados en esta materia.
Beneficios para tu empresa
Si tu empresa se plantea seriamente inculcar un sistema integral, podrá aprovecharse de varios beneficios a corto y largo plazo que deben ser tenidos en cuenta.
Evitar sanciones
Hablamos tanto de condenas a autores materiales, como administradores o empleados, como de sanciones a la propia empresa, que pueden repercutir en embargos o multas de diferentes entes públicos.
Mejor imagen y competencia justa
Es una manera inmejorable de transmitir que la ética importa en los negocios. Respetar las reglas escritas y no escritas siendo honesto es, además, un refuerzo a la competitividad sana. Eliminamos así comportamientos engañosos que distorsionan la competencia en los mercados.
Con esta imagen corporativa, cualquier empresa demuestra que es de fiar y, por tanto, los demás preferirán colaborar con ella.
Evitar el fraude interno
Los conflictos de intereses dentro de una organización y la comisión de delitos pueden mermar la unidad de las plantillas y limitar la competitividad de la empresa si hay desvíos de fondos. No solo es una responsabilidad con la sociedad, sino también con uno mismo.
Contribuir con la Justicia
Las empresas deben estar en primera línea de búsqueda de objetivos nobles dentro de la sociedad, que se ven entorpecidos por el incumplimiento de la legalidad. Las empresas están en la sociedad y esta se nutre de aquellas, por lo que es necesario dar ejemplo a los ciudadanos.
Es necesario que te asegures de que los empleados conozcan su lugar y sus obligaciones en el esquema corporativo. Debemos tener en cuenta de que se trata de una formación básica y amplia, que rebasa lo jurídico y que constituye un nexo de unión, tanto frente a irregularidades externas como internas. Además, la reputación de la empresa será notablemente mayor, así que ya ves que todo son ventajas a la hora de poner en práctica el compliance.
