La figura del compliance officer tiene su origen en los mercados financieros que se encontraban altamente regulados y en el mercado farmacéutico. Su finalidad era la de vigilar el cumplimiento normativo en el seno de las empresas de tales sectores ante las ingente cantidad de puntos legales existentes. En la actualidad, esta figura está presente en iniciativas de todo tipo, motivando el auge de la contratación de los servicios de entidades especializadas en este campo.
Esta nueva figura apareció en España a raíz de la reforma del Código Penal llevada a cabo en el año 2010 y su posterior modificación en el 2015, cuando las personas jurídicas comenzaron a incurrir en responsabilidades penales. Sigue leyendo para saber más.
¿Qué es un compliance officer?
Dentro del ámbito empresarial, la figura del compliance officer ha tomado una relevancia muy notable, al ser la persona encargada del cumplimiento normativo tanto interno como externo, velando porque no existan problemas en materia de protección de datos, competencia desleal, propiedad intelectual, etc.
Además, en el seno de tu empresa, este sujeto debe velar por la implantación de una cultura de cumplimiento de la legalidad vigente.
Asimismo, al margen del objetivo que tenga establecido cada empresa en este sentido, uno de los retos principales que debe conseguir el asesor normativo es la creación de un correcto programa de cumplimiento, donde queden establecidas, entre otras, las siguientes pautas:
– Efectiva implantación del programa de cumplimiento normativo.
– Supervisión que las actividades de la empresa sigan el cauce legal correcto.
– Verificación periódica del cumplimiento normativo, tanto interno como externo.
¿Cómo trabaja el compliance?
Esta figura ha ido adquiriendo, con el paso del tiempo, una mayor cantidad de funciones, dependiendo de la empresa en la que lleve a cabo su labor profesional.
Aunque no existe un consenso sobre cómo debe trabajar el compliance officer, sí existen una serie de pautas establecidas dentro de la Norma ISO 19600. En esta norma, entre otras, destacan las principales funciones:
– Identificar todas las obligaciones a las que debe enfrentarse una sociedad, tanto desde el punto de vista legal como en función de las directrices marcadas en los códigos sectoriales y códigos éticos.
– Comprender los procedimientos y procesos que integran el desarrollo normativo y su posterior cumplimiento.
– También asume una función importante frente a los empleados de la empresa este figura, ya que es el principal responsable de proveer y coordinar los entrenamientos necesarios para el cumplimiento normativo, dando soporte y resolviendo cuestiones para saber cómo proceder en caso de que una conducta pueda contravenir el compliance de una sociedad.
– Contribuirá a describir las obligaciones del compliance de la entidad que sean propias de cada cargo o área de trabajo.
– Controlar e implementar las medidas que le permitan conocer con claridad las incidencias y riesgos, bien de la propia documentación interna y a través del propio personal laboral.
Salidas profesionales
El rol que desempeña este profesional le permite trabajar en multitud de sectores, ya que la mayoría de ellos tienen una enorme cantidad de regulación específica.
Sobre todo las compañías de servicios financieros son las que más exposición al riesgo sufren. Además de este campo de trabajo, el compliance puede desarrollar sus labores en áreas tan diversas como la de los seguros, farmacéutica, tecnológica, salud y telecomunicaciones, entre otras.
Finalmente, como te hemos comentado, el papel que cumple el compliance officer reviste cada vez de mayor importancia para todo tipo de empresas. Ya que permitirá mantener una buena reputación de la misma, administrando el riesgo que asumen estas, y consiguiendo que actúen dentro de los límites marcados por las diferentes leyes mediante la aprobación de diversos códigos éticos.
