A la hora de hacer una campaña de email marketing conviene tener en cuenta las normas que regula el Reglamento General de Protección de Datos, la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSICE).
En el marco del Derecho de las Nuevas Tecnologías, estas son las tres normas que conviene tener en cuenta antes de realizar una campaña de publicidad o de marketing a través del correo electrónico sin vulnerar el derecho a la protección de datos del usuario.
Cómo realizar la campaña de email marketing
Si hasta hace poco, era suficiente con tener el consentimiento del usuario para el uso de datos básicos, con el Reglamento General de Protección de Datos aprobado el 14 de abril de 2016, se aumentan las exigencias con el objetivo de brindar una mayor protección al consumidor.
La empresa en todo momento ha de acreditar el consentimiento por parte del usuario y, además, también debe informar con claridad de toda una serie de puntos. El usuario ha de ser sabedor de la finalidad para la que cede los datos, en qué medida serán tratados, el plazo durante el que se conservarán, el derecho a rectificar o suprimirlos a través del responsable de su gestión o la intención de que sean cedidos a un tercero, entre otras cuestiones.
Por tanto, antes de lanzar una campaña de email marketing, es fundamental informar a los destinatarios de la misma. Con la nueva normativa, cobra peso el consentimiento del consumidor que debe ser informado de manera clara, específica e inequívoca.
En la regulación europea, la empresa ha de pedir el consentimiento para obtener datos para configurar perfiles concretos, explicarles qué herramientas utilizará y la finalidad de la acción. Conviene incluir toda la información aparte de otro tipo de información de carácter legal y ofrecer el derecho de oposición por parte del usuario a que sus datos se utilicen para la creación de perfiles.
Así pues, lo más difícil para este tipo de campañas es la acreditación del consentimiento por parte del usuario. La aprobación por parte del consumidor ha de ser clara, el texto ha de estar separado del resto de puntos y se le debe ofrecer la misma facilidad para incluir sus datos como para retirarlos.
Por tanto, las empresas podrían optar como una solución el incluir un formulario un checkbox para la creación de perfiles, explicar cómo se tratarán esos datos personales y la segmentación que se hará, explicar las condiciones en una página separada del resto e incluir la opción de desistimiento por parte del usuario.
Así pues, las compañías que cumplan con estos requisitos estarán ajustándose a derecho y no podrán considerarse spammers de Internet. Conviene tener en cuenta que en la red el uso de datos personales es uno de los valores más cotizados, puesto que contienen información de alto valor para las empresas que deseen dirigirse a su público objetivo. Los usuarios necesitan tener protegidos sus derechos y saber para qué ceden u ofrecen los datos personales que se les solicitan, lo que les garantiza no ser víctima de posibles usos malintencionados en campañas de email marketing no consentidas.
