En una consultoría de protección de datos se presta asesoramiento profesional acerca de cuestiones como la protección de los datos personales. Un asesoramiento técnico y cualificado relativo a asuntos propios del Derecho de las Nuevas Tecnologías, una rama jurídica que, en España, tiene como normativas de referencia la LOPD y LSSICE. Entre los temas que se tratan en estos establecimientos, hay que destacar los relacionados con los acortadores de URLS. Unas aplicaciones que resultan muy útiles, pero conllevan también algunos riesgos, los cuales conviene tener bajo control. A continuación, se repasarán algunas conclusiones obtenidas acerca de estos.
La necesidad de un estudio sobre los acortadores de URLS
Las páginas web son identificables y localizables por sus direcciones, también conocidas con la denominación que se cita en este encabezamiento. Estas, por su parte, pueden tener características muy distintas y una extensión muy variable.
Sobre todo, por la cuestión del tamaño, se han popularizado unas aplicaciones diseñadas para acortar esta extensión. Por consiguiente, facilitan la presentación de estas direcciones en un formato más reducido, lo cual resulta más atractivo y cómodo. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, existen formatos de redacción en los que el espacio o número de letras está limitado. Acortar las direcciones de las páginas web que se citen, por tanto, ha dado lugar a esta aplicación, la cual no está exenta de riesgos.
De hecho, este aspecto es el que ha abordado un estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Cornell Tech Martin Georgiev y Vitaly Shmatikov. Vale la pena reseñar algunas de las características de su investigación, como que sus trabajos se han alargado durante año y medio y se han centrado, básicamente, en los acortadores de enlaces de One Drive y Google Maps. A grandes rasgos, se han ocupado de los acortadores de links de un gigante de las telecomunicaciones. En este sentido, las deducciones extraídas pueden resultar ciertamente representativas.
Los detalles del estudio en cuestión
Respecto al contenido de la investigación comentada, hay que señalar que implicó el estudio aleatorio y con seis caracteres de cien millones de direcciones bit.ly. Veinte mil de ellas procedían de One Drive y un 42 % de las direcciones era verídico. El análisis del acortador de Google (cinco caracteres, en este caso) implicaba veintitrés millones de enlaces de Google Maps. Un 10 % de estos links redirigía a asociados a cuentas de usuarios. De esta manera, resultaba viable identificar las rutas que seguían estos.
Las conclusiones halladas por los dos investigadores dejan entrever que los datos quedan al descubierto, de forma que, además, resulta sencilla la introducción de un malware que infecte los archivos de sus propietarios. Una de las consecuencias positivas de este análisis reside en el hecho de que provocó una reacción en Microsoft y Google, ya que ambos gigantes digitales tomaron las medidas oportunas para garantizar la privacidad y seguridad de sus usuarios que utilizan acortadores de URLS. En definitiva, una investigación científica que reportará beneficios en materia de protección de datos.