Entre las cuestiones que pymes y autónomos suelen plantear con relativa frecuencia a las empresas de consultoría de protección de datos, muchas están relacionadas con la recuperación de archivos de una unidad de almacenamiento que ha sido formateada.
Cuando se formatea una unidad de almacenamiento (disco duro interno o externo, tarjeta de memoria, memoria USB…), se borran todos los archivos y datos que la unidad pudiera contener. Formatear permite eliminar rápidamente el contenido de la unidad de memoria que se desea reutilizar y es más eficaz que el borrado manual, ya que permite eliminar también los archivos ocultos.
Pero, a pesar de la eficacia de borrado que se consigue formateando una unidad, lo cierto es que sí se pueden recuperar los archivos (o, al menos, una parte de ellos) después de haber sido eliminados.
Pero ¿por qué querer formatear una unidad de almacenamiento? En muchos casos, se hace, simplemente, para deshacerse de un gran número de archivos que ya no se utilizan o de los que ya se ha realizado una copia de seguridad. Liberar el espacio del disco o de la unidad de memoria permite su reutilización y no tener que comprar uno nuevo. En el caso de los discos duros internos, también es habitual formatearlos para instalar actualizaciones de software, restablecer el ordenador a sus valores de inicio o asegurarse de la eliminación de virus y malwares. En otras ocasiones, se procede al borrado de información o formateo de una unidad de almacenamiento, para asegurar el borrado de datos de carácter personal que pudiera contener. Es una manera de cumplir la Ley de Protección de Datos (LOPD) y evitar posibles sanciones por estar en posesión de archivos con datos personales de forma indebida (de ahí la importancia de contar siempre con el asesoramiento de un experto en Derecho de las Nuevas Tecnologías y, especialmente, en la Ley sobre Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico o LSSICE).
¿Y por qué querer recuperar datos que habían sido eliminados? La mayor parte de las veces, se debe a que el responsable informático se da cuenta de que, por despiste o equivocación, entre los archivos eliminados, había información válida que se ha perdido y de la que no se había hecho previamente copia de seguridad.
Afortunadamente, los archivos que se eliminan, tras formatear una unidad, no desaparecen inmediatamente, sino que restan temporalmente almacenados en el disco (aunque fuera de la vista) y se van borrando conforme se reescribe, en la unidad de memoria, nueva información. Así que lo primero que hay que hacer, tras darse cuenta de que se han eliminado por error archivos válidos, es no utilizar el disco, ni grabar ni instalar absolutamente nada en él.
A continuación, se puede recurrir a ayuda experta, pero también el propio usuario puede intentar recuperar la información con el uso del software adecuado (en el mercado hay varios programas para recuperar archivos de una unidad formateada), que va guiando sobre los pasos a dar hasta recuperar los archivos a rescatar, antes de que hayan sido eliminados definitivamente.