El acoso cibernético es un grave problema que puede afectar a los usuarios de las nuevas herramientas tecnológicas y muy especialmente a los más pequeños de la casa. Porque su gravedad reside en utilizar la tecnología para amenazar y vulnerar los derechos de estas personas de las formas más insospechadas. Son infinidad las incidencias que pueden desarrollarse a través de estos medios de comunicación personal. Desde la implantación de comentarios despectivos o intimidatorios que pueden vulnerar tu dignidad hasta verse inmersos en procesos más graves que atentan a la actual normativa jurídica. En cualquier caso, será muy necesario que los afectados conozcan el derecho de las nuevas tecnologías.
Pues bien, para no encontrarse en algunas de estas situaciones es muy importante el papel que pueden desempeñar tanto los padres como los propios educadores. Con respecto a lo referente para crear unas pautas en la educación que prevengan esta clase de actuaciones. También en todos aquellos aspectos que están directamente relacionados con las respuestas ante estos ataques o acosos personales que se generan desde las más modernas tecnologías. En donde será de especial relevancia que si alguien es afectado emocional o psicológicamente por estas acciones pueda disponer de unas herramientas correctas de apoyo como para salir adelante. Una tarea que podrán realizar perfectamente orientadores escolares, psicólogos o los principales miembros de la familia. Hasta el punto que pueda afrontar el acoso desde unos mecanismos más eficaces en su autodefensa. Una de las medidas más eficaces se basa en abordar el problema desde la comunicación, aportando más confianza en los afectados. También es necesario que estas personas no se sientan culpables mediante un abordaje que permite a padres y educadores ponerse en lugar de la víctima.
Por otra parte, hay una salida a este problema por medio de la educación conceptual. Con el objetivo de lograr una mayor comunicación entre los miembros de la familia. Para que este recurso sea efectivo, hay que conseguir que los lazos estén consolidados. Pero no menos importante es el aprendizaje tecnológico, que es especialmente válido para enseñar el funcionamiento técnico de los medios empleados. Tanto para enseñarles los riesgos de sus operaciones (virus, spam o suplantación de identidad, como todas las herramientas que pueden ponerse en marcha (antivirus, cortafuegos o utilización de páginas seguras).
No de menor importancia es contar con el servicio que puede proporcionar una consultoría de protección de datos para subsanar estas graves incidencias que pueden impulsarse desde el ordenador, teléfono móvil u otras herramientas tecnológicas. Porque en efecto, tienen habilitadas respuestas para esta clase de manifestaciones de intimidación. También el derecho a la protección de datos personales (LOPD) es fundamental para que todas las personas puedan ejercer realizar en un mayor control sobre el uso sobre sus datos personales. Mientras que en las operaciones de comercio electrónico será muy importante atender a la LSSICE (obligaciones de los propietarios y proveedores de los sitios web). En donde será de especial relevancia conocer las condiciones de utilización de la web para no incurrir en errores que puedan proporcionar indebidamente información a terceros.
